El exjefe de sicarios del abatido jefe del Cartel de Medellín Pablo Escobar, Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, murió ayer en un hospital de Bogotá debido a un cáncer de estómago, informó el Instituto Nacional Penitenciario de Colombia. Velásquez fue capturado el 25 de mayo del 2018, acusado de concierto para delinquir y extorsión. Antes ya había estado 23 años en la cárcel, y en varias entrevistas manifestó que se había reintegrado en la sociedad.

Popeye nunca se arrepintió de sus crímenes, aunque estando en la cárcel se reunió con algunas de sus víctimas o familiares. En varias entrevistas a medios locales aseguró que cuando mataba a una persona «no empezaba a sudar ni a fumar marihuana; lo mataba, me iba para la casa, me bañaba, me ponía a ver televisión y vivía normal porque soy un asesino profesional». Reconoció que asesinó a por lo menos 300 personas y que como jefe de sicarios del cartel de Medellín participó en unos 3.000 homicidios.

Las acciones delictivas de «Popeye» estuvieron ligadas a sucesos que en Colombia causaron una enorme consternación, como el asesinato del excandidato presidencial Luis Carlos Galán, el atentado al avión de Avianca que dejó 107 muertos y la bomba al edificio de la policía secreta de Colombia.