EL ALTO MANDO del Ejército de Estados Unidos informó ayer de la muerte de 14 de sus soldados en diferentes acciones de la insurgencia en los dos últimos días. Seis de los fallecidos murieron ayer en dos ataques cometidos contra convoyes militares. En uno de ellos, la explosión de una bomba en una carretera al noreste de Bagdad mató a cinco soldados, a tres civiles y a un interprete iraquí. El miércoles, otros tres ataques acabaron con la vida de otros ocho militares de EEUU, mientras que cerca de una decena resultaron heridos. Estas muertes elevan a 3.545 el número de miembros del Ejército estadounidense que han fallecido desde que estalló la guerra de Irak hace más de cuatro años.