Al menos 20 muertos y 22 heridos es el cómputo que ofreció ayer el Ejército estadounidense del ataque contra supuestas posiciones de los rebeldes en la localidad de Rummana, a pocos kilómetros de Qaim, muy cerca de la frontera con Siria.

Las víctimas, sin embargo, fueron casi todas civiles, según informó la televisión qatarí Al Jazira. Entre los muertos hay 7 niños, 6 mujeres y 3 ancianos, y entre los heridos, 13 menores, 7 mujeres y 2 ancianos. El ataque, efectuado con helicópteros y fuego de artillería, se produjo un día después que los rebeldes hicieran estallar cinco coches bomba contra objetivos militares estadounidenses en Qaim. Dos soldados norteamericanos resultaron heridos en esos atentados.

OTROS ATAQUES En Mosul, ciudad que visitó también el secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, otro coche bomba, dirigido contra un convoy militar estadounidense, acabó con la vida de cinco iraquís. En Bagdad, unos desconocidos que viajaban en dos coches dispararon contra el convoy donde viajaba el viceministro del interior iraquí, el general Tariq al Baldawi, que resulto ileso, según informó la agencia AP. La emboscada acabó con la vida de un guardaespaldas y dejó heridas a tres personas, entre ellas el hijo de Baldawi.