Al menos 42 supuestos insurgentes han muerto en distintas acciones de las tropas internacionales y afganas registradas en el conflictivo sur y este del país centro-asiático, informaron hoy fuentes oficiales. Los enfrentamientos más graves tuvieron lugar en los últimos dos días en los distritos de Gerishk, Musa Qala y Sangin, tres bastiones de los insurgentes talibanes situados en la provincia meridional de Helmand. De acuerdo con una nota difundida por el Ejército afgano, las tropas internacionales llevaron a cabo al menos un bombardeo en la zona, mientras que se produjeron varios tiroteos que se saldaron con la muerte de 27 integristas. Al menos dos cabecillas rebeldes y un soldado del Ejército están entre los fallecidos durante las ofensivas, en las que también resultaron heridos 13 insurgentes. El Ejército afgano afirmó que sus fuerzas decomisaron un gran número de armas y explosivos, pero no proporcionó más información. Y en la provincia oriental de Kunar, las tropas de la OTAN respondieron, con el apoyo de la fuerza aérea, a ataques de los insurgentes en el marco de distintas operaciones desarrolladas durante las últimas 24 horas. De acuerdo con un comunicado enviado hoy por la fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), en estos combates en Kunar perdieron la vida 15 de los agresores. Aunque cada vez tiene mayor presencia en todo el país, la insurgencia es especialmente activa en el cinturón suroriental del país, donde predomina la etnia pastún, la propia de los talibanes. Anualmente mueren en Afganistán varios miles de personas víctimas de la violencia armada, que se ha recrudecido en los últimos años.