Un grupo de hombres enmascarados armados con fusiles y granadas irrumpió anoche durante la celebración de una boda en el sureste de Turquía y dio muerte a 44 personas, en lo que parece ser una disputa entre dos familias por la "posesión" de la novia. La novia y el novio figuran entre los fallecidos en el ataque, que se produjo en Bilge, una aldea de unos pocos cientos de habitantes del sureste de Turquía, una zona mayoritariamente kurda y muy conservadora en cuanto a las costumbres. Los matrimonios suelen ser motivo de duras disputas en el sureste de Turquía, donde es frecuente que el novio y su familia aporten una cierta cantidad de dinero a la familia de la novia para conseguir el consentimiento y es incluso habitual que se produzca una especie de subasta en la que el mayor postor es quien se lleva finalmente a la novia. "Ninguna tradición puede justificar esta matanza, ninguna conciencia puede justificar tanto daño", declaró el primer ministro, Tayyip Erdogan, en Ankara. La agencia estatal de noticias Anatolia informó, citando testigos presenciales, de que el ataque se produjo cuando al menos seis personas irrumpieron en dos casas en las que los invitados se habían reunido para hacer sus oraciones después de la boda. Sevgi Celebi, la hija del jefe de la aldea ('muhtar'), era la novia. El novio se llamaba Habip Ari. "Entraron en la casa y empezaron a disparar por todas partes, alcanzado a hombres y mujeres. Sus caras estaban cubiertas con máscaras", declaró una testigo, una mujer de 20 años de edad que no quiso dar su nombre. De momento "han sido capturadas y detenidas ocho personas y sus armas han sido confiscadas", declaró en rueda de prensa el ministro del Interior, Besir Atalay. "Esto puede interpretarse como una sangrienta disputa entre dos familias", añadió. Según Atalay, en el ataque murieron 44 personas, incluidos 16 mujeres y seis niños. Entre los muertos figuran el jefe de la aldea de Bilge, Hamit Celebi, y diez miembros de su familia, así como el imán local, precisó Anatolia. Según los vecinos locales, esta tragedia es el reflejo de los enfrentamientos que desde hace más de una década mantienen grupos rivales integrados en el seno de la Guardia de la Aldea, la fuerza paramilitar puesta en marcha por el Gobierno para combatir a los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Las familias de los dos novios pertenecían a estas milicias.