Doce policías y seis civiles han muerto en los últimos ataques acaecidos en distintos puntos de Afganistán, informaron hoy diferentes fuentes oficiales. El suceso más grave ocurrió en la ciudad de Ghazni, capital de la provincia suroriental homónima, donde un grupo de insurgentes mató a cinco policías durante un ataque contra un puesto policial, dijo a Efe el subcomisario de la policía provincial, Nauroz Alí Mahmoudi.

Según Mahmoudi, los insurgentes huyeron tras perpetrar el ataque, que tuvo lugar anoche y en el que además resultaron heridos otros dos agentes. Además, otra emboscada talibán acabó también ayer con la vida de dos policías e hirió a otros tres en la provincia oriental de Nangarhar, informó el Ministerio afgano de Interior en un comunicado.

Interior reveló también que otros cuatro agentes murieron víctimas de la explosión de una bomba caminera en la provincia central de Wardak, y que otro más murió en la sureña de Kandahar, aunque en este último caso no precisó la causa. En otra nota, Interior informó de la muerte de cuatro civiles debido a la explosión este domingo de otra bomba caminera en el distrito de Nawzad, de la conflictiva provincia sureña de Helmand.

Esa misma causa acabó con la vida este lunes de otros dos civiles que iban a bordo de una motocicleta en la provincia de Herat (noroeste). Afganistán registra combates casi diarios entre las tropas internacionales y afganas y las milicias integristas, que recurren con frecuencia a las emboscadas y también a emplazar artefactos en las vías de comunicación.