Dos personas han fallecido hoy en Holanda al ser aplastadas por árboles que cayeron derribados por el vendaval que afecta a las islas británicas y el norte de Europa.

Una mujer perdió la vida en Amsterdam tras ser golpeada por un árbol que cayó justo cuando pasaba por debajo, y otro hombre murió aplastado por otro árbol cuando se encontraba dentro de su automóvil a las afueras de la ciudad, confirmaron los servicios de emergencias a varios medios holandeses.

Además, una escuela próxima a la ciudad de Groningen, en el norte del país, ha tenido que ser desalojada por temor a la caída de un árbol cercano.

El temporal ha atravesado el Reino Unido y el Mar del Norte y ha tocado tierra en zonas del norte de Francia, Bélgica y Holanda.

La mitad oeste de Holanda está en alerta roja y en la mayor parte de Bélgica se ha decretado la alerta naranja por vientos que alcanzarán entre 100 y 120 kilómetros por hora, según indicaron las respectivas agencias meteorológicas nacionales, KNMI e IRM.

En Holanda el viento ha ocasionado alteraciones en el tráfico por tierra, mar y aire, obligando a cancelar o reducir los servicios ferroviarios, así como las salidas de transbordadores hacia las islas Wadden y algunos vuelos, si bien no hay problemas de importancia en los aeropuertos de Schiphol o Rotterdam.

En Bélgica no se han producido heridos hasta el momento aunque sí cuantiosos daños materiales, según recogen los medios belgas.

La región más castigada es la de Bruselas, donde los bomberos han efectuado más de 200 salidas desde esta madrugada, sobre todo por la caída de árboles o señales y por destrozos en los tejados de los edificios.

En todo el país se han registrado problemas similares y el tráfico ferroviario y por carretera se ha visto afectado, mientras que los parques y cementerios de la capital, Bruselas, han sido cerrados para evitar accidentes similares a los de Holanda.

Se espera que el viento comience a amainar esta tarde.