Dos soldados de la fuerza ISAF de la OTAN murieron ayer a causa de la explosión de sendos artefactos en el sur de Afganistán, informó hoy la organización militar, lo cual eleva a cuatro los soldados extranjeros fallecidos en los últimos dos días. Los dos militares perdieron la vida al estallar sendas bombas camineras en un lugar del sur afgano que la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) no determinó.

La OTAN tampoco detalló la nacionalidad de los fallecidos, una prerrogativa de los Gobiernos correspondientes. Las minas y las bombas camineras de fabricación casera son una de las armas más letales usadas por los insurgentes talibanes para hostigar a las tropas internacionales desplegadas en Afganistán. Ayer, la ISAF informó de la muerte de otros dos militares, también en el conflictivo sur afgano, uno de ellos en un "ataque insurgente" y otro en un "ataque con armas cortas", lo que eleva a cuatro los soldados de la ISAF muertos desde ayer.

La mayoría de las víctimas de la OTAN se registran en el arco sudoriental afgano, fronterizo con Pakistán, donde predomina la etnia pastún, la propia de los talibanes, que mantienen una fuerte presencia en la zona. En Afganistán hay desplegados unos 130.000 soldados extranjeros, a la espera de un último refuerzo de 20.000 efectivos. En julio de 2011 debe empezar la retirada militar, de acuerdo con el calendario propuesto por el presidente de EEUU, Barack Obama.