Al menos 47 personas han muerto este lunes y otras 300 más han resultado heridas de diversa consideración tras un terremoto de 6,6 grados registrado en la provincia noroccidental de Gansu, ha informado la agencia oficial Xinhua.

El seísmo se ha producido a las 07.45 hora local (03.45, hora española) entre las comarcas de Minxian y Zhangxian, de la citada provincia, según el Centro de Control Sismológico de Gansu.

La mayoría de los municipios de la provincia se han visto afectados por el temblor y 13 localidades aún siguen aisladas, por lo que no se descarta que el número de fallecidos pueda aumentar en las próximas horas, han indicado las autoridades locales.

El epicentro del seísmo se ha localizado en la ciudad de Dingxi, a unos 170 kilómetros al este de la capital de la provincia, Lanzhou, y a 20 kilómetros de profundidad.

Según testimonios locales citados por Xinhua, el temblor ha durado aproximadamente un minuto y sacudió los árboles y casas de la zona.

Reconocimiento preliminar

Un reconocimiento preliminar ha localizado unas 5.600 viviendas que sufrieron daños y en algunos de los pueblos cercanos al hipocentro, como Meichuan o Puma, hasta el 80% de las casas se han derrumbado, han informado varios medios locales.

El seísmo se ha notado también en Lanzhou y hasta en la ciudad de Xian, capital de la provincia colindante de Shaanxi.

La zona ha sufrido seis réplicas, la más severa de 5,6 grados de magnitud, que se produjo una hora y media más tarde del primer temblor, a las 9.12 hora local (01.12 GMT).

La Administración Sismológica de China ya ha puesto en marcha un plan de respuesta de emergencia frente al seísmo y ha enviado equipos de socorro a la zona afectada.

Concretamente, se han desplazado soldados del Ejército de Liberación Popular, policías y más de 300 voluntarios de la provincia y se han enviado 500 tiendas de campaña y 2.000 mantas para atender a los centenares de afectados.

Según el Departamento de Asuntos Civiles de Gansu, los equipos están tratando de reubicar a los residentes de zonas peligrosas hacia asentamientos seguros.

El observatorio local de meteorología ha activado la alerta roja por las fuertes lluvias que se espera que caigan en la zona en los próximos días, lo que dificultará los trabajos de socorro.

En este sentido, las autoridades han recomendado a la población evitar situarse cerca de pendientes de montañas por posibles corrimientos de tierra o futuras réplicas del seísmo.

Algunos de los servicios ferroviarios que comunican las provincias de Gansu y Shaanxi se han suspendido, mientras que algunas conexiones telefónicas no se pueden llevar a cabo debido a los cortes eléctricos que afectan a las comarcas cercanas al hipocentro.

El oeste de China es una zona con frecuente actividad sísmica. En abril del 2010, un terremoto de 6,9 grados en la provincia occidental de Qinghai (meseta tibetana) causó la muerte de casi 2.700 personas.