Al menos 6 palestinos, dos policías y cuatro activistas radicales, murieron ayer en el puesto fronterizo de Erez, al norte de la franja de Gaza, cuando se disponían a perpetrar atentados con coche bomba que explotaron a destiempo y causaron también 20 heridos.

El ataque fue reivindicado, en la página web de Hamas, como una "operación de sacrificio conjunto" en colaboración con la Yihad islámica y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, que decidieron actuar durante la celebración de la fiesta judía del Purim, por la que los territorios palestinos están cerrados.

Según fuentes palestinas, muchas de las víctimas fueron alcanzadas por soldados israelís, que abrieron fuego tras la primera deflagración. Pero el Ejército israelí dijo que las víctimas se vieron afectadas por las explosiones de dos coches bomba.