Dos personas murieron tiroteadas en Karachi, en el sur de Pakistán, tras un choque entre fuerzas de seguridad y grupos que protestaban por una reciente matanza de chiíes, informó hoy a Efe la Policía.

Una fuente policial afirmó que los fallecidos formaban parte de un grupo que volvía ayer del entierro de parte de las víctimas de un atentado que el domingo le costó la vida a medio centenar de chiíes.

La fuente, que pidió mantener el anonimato, atribuyó los disparos mortales en la zona de Shorab Town a "un desconocido", pero testigos y portavoces de la comunidad de la minoría chií citados por medios locales acusaron a las fuerzas de seguridad de las muertes.

Un portavoz de los 'Rangers', el cuerpo paramilitar señalado por las acusaciones, desmintió al diario local Dawn que alguno de sus hombres hubiera disparado contra los manifestantes y añadió que cinco miembros de esa fuerza de élite habían resultado heridos.

Según el relato de diversos medios, grupos de chiíes que volvían del cementerio se encararon con integrantes de los 'Rangers' que vigilaban la zona y éstos dispararon al aire para disolver a la multitud, lo cual desencadenó un intercambio de disparos.

En la refriega, según el rotativo Express Tribune, resultaron heridos siete civiles y fueron quemados diversos vehículos.

Los ánimos de la comunidad chií paquistaní están muy exaltados después de que más de 250 seguidores de esta corriente islámica hayan muerto en lo que va de año en tres atentados casi idénticos, el del domingo en Karachi y dos en la ciudad occidental de Quetta.

La violencia sectaria ya se incrementó notablemente en 2012, pero desde el inicio de este año los ataques han adquirido proporciones nunca vistas en el país asiático ante la impotencia e incluso la pasividad de la autoridades y la fuerzas de seguridad locales.