La muerte del líder venezolano Hugo Chávez deja políticamente huérfano a su homólogo boliviano, Evo Morales, y abre incógnitas sobre el futuro de la emergente economía del país andino, que además de recibir numerosas subvenciones gozaba de condiciones ventajosas en la compra de gasóleo de Venezuela.

Un día después de que el Gobierno de Caracas anunciara la muerte de su presidente debido a un cáncer, los medios de comunicación bolivianos comenzaron a especular sobre las repercusiones que tendrá la desaparición del "comandante", cuyo respaldo económico a su amigo Morales fue incuestionable.

Según datos del Banco Central de Bolivia, la deuda con Venezuela a diciembre de 2012 era de casi 160 millones de dólares, aunque un año antes el saldo de los créditos llegó a rozar los 417 millones.

El BCB ha destacado que en el último año la deuda se ha amortizado considerablemente.

Esta cifra convierte a Venezuela en el segundo acreedor de Bolivia sólo por detrás de China, país al que las arcas bolivianas adeudan 291,4 millones de dólares, según el organismo emisor.

La mayor parte de esa balanza deficitaria proviene de las importaciones de diesel venezolano a Bolivia, país al que Chávez otorgó en 2008 condiciones preferentes de suministro directo de combustible, con un interés del 2 por ciento anual y un periodo de pago de hasta 25 años (23 años más otros dos de gracia).

En la actualidad, Bolivia recibe 350.000 barriles mensuales del hidrocarburo venezolano.

A su vez, las exportaciones de Bolivia a Venezuela alcanzaron el año pasado un valor de 350 millones de dólares.

Venezuela se convirtió en uno de los principales mercados alternativos para las exportaciones textiles bolivianas en 2008, cuando Bolivia quedó fuera del programa APTDEA de Estados Unidos (Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Droga) y los exportadores de manufacturas dejaron de beneficiarse de las exenciones arancelarias con el gigante norteamericano.

Sin embargo, las asociaciones de empresarios bolivianos se han quejado de que el mercado venezolano no compensó las pérdidas por la salida del APTDEA, debido a las trabas burocráticas y arancelarias del país caribeño.

Además, según datos del Ministerio de Exteriores boliviano citados por la agencia estatal ABI, el Gobierno venezolano destinó a Bolivia alrededor de 214 millones de dólares entre 2006 -año en que Morales asumió la presidencia- y 2008.

Las aportaciones tuvieron como destino programas médicos, educativos y científicos y de innovación tecnológica, así como la agricultura, la seguridad alimentaria y mejora de cuarteles.

Venezuela fue también entre 2007 y 2010 la fuente de financiación del programa propagandístico oficial "Bolivia cambia, Evo Cumple", con una inversión de 290 millones de dólares para unos 4.000 proyectos de infraestructura en áreas rurales.

Esos fondos eran distribuidos directamente por el presidente boliviano sin ningún tipo de control oficial previo, ya que Morales considera que la burocracia retrasa la ejecución de los proyectos.

En enero de 2011, Morales anunció que el programa pasaría a financiarse con fondos estatales.

Para el secretario general de la gobernación de la región oriental de Santa Cruz, Roly Aguilera, es indudable que la muerte de Chávez tendrá repercusiones políticas en Bolivia por la cercanía que tenía el presidente Evo Morales con el líder venezolano.

Santa Cruz es la región más rica de Bolivia y el motor de la economía nacional, principalmente por su producción agrícola.

En el ámbito económico, Aguilera llamó la atención en rueda de prensa sobre el hecho de que Bolivia haya cancelado un 62 % de su deuda con Venezuela en los últimos meses.

"Esto llama la atención porque hasta ahora lamentablemente no es transparente y no tenemos conocimiento público de las condiciones en las que Venezuela ha prestado, donado u otorgado estos fondos a nuestro país", sostuvo.