La ciudad de Portland (Oregón) vivió este sábado una nueva noche de protestas y choques entre simpatizantes del presidente de EEUU, Donald Trump, y seguidores del movimiento 'Black Lives Matter' (BLM), en una nueva muestra de la división existente en el país. Durante las protestas, un hombre blanco murió por disparos.

La Policía indicó que el incidente todavía está bajo investigación y no precisó si está directamente relacionado con los enfrentamientos que tuvieron lugar en el centro de Portland, una ciudad en la que las manifestaciones antirracistas no han cesado desde el pasado 25 de mayo, cuando un policía de Minneápolis acabó con la vida de George Floyd asfixiándole con la rodilla en el cuello, y se intensificaron hace una semana cuando un policía de Kenosha (Wisconsin) disparó siete tiros por la espalda a Jacob Blake cuando se disponía a entrar en su coche.

Según muestran las fotografías, el hombre muerto en Portland llevaba una gorra con la insignia de 'Patriot Prayer', un grupo de extrema derecha con base en Portland y que se ha enferentado en el pasado con manifetantes antirracistas. Además, llevaba un parche en el pantalón con el emblema del 'Blues Lives Matter', el movimiento surgido en contra del 'Black Lives Matter' y en defensa de la policía.

Marcha en apoyo a Trump

El sábado, simpatizantes de Trump organizaron una manifestación en coche en Portland. Se reunieron con sus vehículos en el aparcamiento de un centro comercial a las afueras de la ciudad e iniciaron su ruta en una caravana que se extendía varios kilómetros con camiones, coches y motocicletas, todos ellos adornados con banderas de Estados Unidos, de la campaña de Trump para las elecciones de noviembre y fotografías del presidente.

Según relató 'The New York Times', no estaba previsto que los vehículos entraran en la ciudad, pero algunos de ellos se dirigieron directamente al centro, donde fueron increpados por los participantes de una marcha antirracista. Algunos de estos choques acabaron con peleas a puñetazos, pero no pasaron de ahí.

Tras horas de refriegas, sobre las 20.30 horas, los vehículos se retiraron del centro y un cuarto de hora más tarde la policía recibió un aviso de un tiroteo en el centro de la ciudad, según el informe del cuerpo. Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos encontraron a un grupo de personas rodeando a un hombre tendido en el suelo. Tenía un disparo en el pecho que le provocó la muerte.

Más leña al fuego

"Esta violencia es completamente inaceptable, y estamos trabajando diligentemente para encontrar y detener al individuo o individuos responsables", dijo este domingo el jefe de Policía de Portland, Chuck Lovell.

Trump, fiel a su estilo, reaccionó echando más leña al fuego de la división. En una serie de tuits y retuits, censuró duramente la actuación del alcade demócrata de Portland, Ted Wheeler, a cuenta de su rechazo a solicitar la actuación de la Guardia Nacional para poner fin a los disturbios.

Tras calificarle de "tonto" e "incompetente", el presidente afirmó que la Guardia Nacional "podría solventar este problema en menos de una hora", y denunció la, a su juicio, laxitud de las ciudades gobernadas por demócratas para enfrentar la delincuencia y la violencia. "Ley y orden", reiteró.

Además, en otro mensaje en las redes sociales, aplaudió la caravana de vehículos que sus seguidores organizaron en la ciudad de Oregón. "Grandes patriotas", escribió junto a un vídeo en el que se podían ver imágenes festivas de la caravana.

Ayuda federal

El secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, declaró este domingo que no descartan mandar agentes federales en apoyo de las fuerzas del orden de Portland para poner fin a las protestas. El pasado mes de julio, Trump ya utilizó esta carta de las agencias policiales federales, un raro recurso ya que normalmente son agentes que se encargan de la seguridad en las fronteras o en los juzgados. Además, los alcaldes y gobernadores no tienen ningún tipo de jurisdicción sobre ellos.

Por las calles de la ciudad se vieron a agentes con vestimenta militar, sin identificación y deteniendo a manifestantes en vehículos también sin identificar. El caso provocó la indignación de la oposición demócrata, que calificó las acciones de "secuestros extrajudiciales". Una medida que, si vuelve a ponerse en práctica, podría caldear aún más los ánimos en Portland.