Ni un paso atrás. Esta parece ser la consigna del régimen del presidente Robert Mugabe en Zimbabue, dos días después de que la oposición anunciara su retirada de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, prevista para pasado mañana, y apenas horas después de recibir la condena unánime de sus vecinos africanos y del propio Consejo de Seguridad de la ONU. Los preparativos para la jornada electoral siguen adelante pese a que uno de los principales contendientes de la liza --Morgan Tsvangirai, líder del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC)-- se encuentra refugiado en la Embajada de Holanda ante el acoso sufrido desde medios próximos al régimen.

"Los países occidentales pueden gritar todo lo que quieran; las elecciones seguirán adelante; aquellos que quieran reconocer nuestra legitimidad pueden hacerlo, quienes no quieran, pues que no lo hagan", dijo Mugabe.

Los preparativos de la elección se encuentran en un estadio avanzado", declaró, por su parte, el portavoz de la comisión electoral de Zimbabue, Uitoile Silaigwana, que aseguró no haber recibido confirmación oficial que sobre la retirada de Tsvangirai. "Hoy finalizamos la formación de los agentes electorales y su despliegue", subrayó Silaigwana, sin dar siquiera acuse de recibo a la espantada de la principal formación opositora. El MDC, en cambio, sostiene haber enviado una carta en términos muy claros a la comisión electoral.

Todo ello sucedió entre los ecos de la condena emitida por el máximo organismo de la ONU que, por vez primera, condenó de forma unánime la actitud del régimen de Mugabe. Ni tan siquiera las representaciones de Rusia, China y Suráfrica, que en ocasiones anteriores habían intentado bloquear cualquier conato de debate sobre el país africano en el Consejo de Seguridad, se esforzaron en posponer la censura: "El Consejo de Seguridad condena la campaña de violencia contra la oposición política ante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, previstas para el 27 de junio, que han derivado en el asesinato de un gran número de activistas de la oposición y de otros zimbabuenses y en la huida de miles de personas, entre ellas muchas mujeres y niños", reza el texto no vinculante, aprobado por unanimidad. "La violencia --añade-- hace imposible la celebración de elecciones libres y equitativas".

BIEN RECIBIDA POR TSVANGIRAI El propio Tsvangirai se apresuró a dar la bienvenida a la resolución, que interpretó como un respaldo a sus posiciones. "Creo que es una resolución muy importante; identifica a los responsables de la violencia y responsabiliza de ella al liderazgo de Mugabe", declaró.

Con todo, la declaración fue suavizada respecto a un borrador original que hizo circular el Reino Unido, que culpaba explícitamente a Mugabe de la crisis y que especificaba que, en caso de que no se celebre una elección con garantías, el único líder legítimo sería Tsvangirai.

El Gobierno de Suráfrica es partidario de evitar un cuerpo a cuerpo verbal con el régimen de Mugabe, y aboga por adoptar una diplomacia tranquila . El presidente surafricano, Thabo Mbeki se ha resistido hasta el momento a utilizar el enorme peso económico de su país sobre Zimbabue para influir en el desarrollo de los acontecimientos. Las autoridades de Pretoria se limitaron a expresar su satisfacción por los términos de la resolución porque les "ayuda en la labor de mediación". Y es que muchos consideran que es Mbeki la única vía para hacer cambiar de opinión a Mugabe.

Además de Suráfrica, otros países africanos también alzaron la voz ante la agresividad de Mugabe. El presidente de Senegal, Abdulaye Wade, exigió en una declaración, el aplazamiento de la consulta electoral. Los países del Africa Austral celebrarán hoy una reunión extraordinaria para tratar la crisis.

EL OPOSITOR "ASUSTADO" Tsvangirai, dijo ayer que espera poder salir en las próximas horas de la embajada holandesa, donde se refugió el domingo al temer por su vida. "Me han asegurado que ya no hay más amenazas, y en cuanto lo sepa seguro, dejaré la legación", afirmó Tsvangirai a la emisora pública holandesa Radio 1. No obstante, reiteró que no participará en la segunda vuelta de las presidenciales del próximo viernes, pese a haber ganado la primera vuelta, el 29 de marzo.

El presidente Mugabe, minimizó los hechos con su habitual tono irónico. "Tsvangirai está asustado, ha buscado refugio en la embajada holandesa. ¿Para qué? Estos son votantes, no te van a hacer daño. Nadie quiere matar a Tsvangirai", dijo ayer.