La esposa del Nobel de la Paz Liu Xiaobo denunció ayer el arresto domiciliario que sufre. Liu Xia protestó por la situación a través de Twitter, ya que sus dos teléfonos móviles han sido cortados. Pekín limita su contacto con el exterior, en especial con la prensa.

Dos diplomáticos noruegos intentaron ayer visitarla en su casa de la capital, pero policías de paisano se lo impidieron. Desde que su marido recibiera el premio el pasado viernes, Xia solo ha podido salir de su casa, escoltada por policías, para visitarle a la cárcel.