Muerte a América; muerte a Israel". Centenares de miles de iranís aprovecharon ayer la jornada de solidaridad con el pueblo palestino para cantar eslóganes antioccidentales y protestar contra la ocupación israelí de Palestina y su capital, Jerusalén, al tiempo que exigieron que el primer ministro Ariel Sharon sea procesado por crímenes de guerra. La presencia entre los manifestantes de numerosos milicianos de grupos radicales constituyó toda una demostración de fuerza del sector duro del régimen iraní, una demostración que tuvo su prolongación en Pakistán, donde una alianza de seis partidos religiosos se hizo con el control de una provincia limítrofe con Afganistán.
La tensión entre moderados y radicales del régimen iraní va en aumento, y los analistas predicen una ruptura que podría degenerar en enfrentamiento abierto.
PRESENCIA DE RADICALES
En esta ocasión, la llamada Jornada Mundial de Jerusalén (celebración instaurada en 1979 por el ayatolá Jomeini para recordar que Jerusalén es de los musulmanes) permitió a los sectores más conservadores del régimen demostrar que aún gozan de predicamento. La presencia entre los manifestantes de basiyis (milicianos defensores de la línea dura de Ali Jamenei) tenía como fin recordar a los moderados iranís que los radicales mantienen su capacidad de convocatoria.
En el comunicado final de la manifestación se calificó a Israel de "ejemplo acreditado de Estado terrorista" y se exigió el procesamiento "por un tribunal internacional de crímenes de guerra" del primer ministro israelí, Ariel Sharon. En Líbano, las milicias proiranís de Hizbulá congregaron a 4.000 personas en Nabatiyé, a 70 kilómetros de Beirut.
El encendido clima antioccidental que se vivió ayer en Irán se extendió ayer a Pakistán. Una alianza de seis partidos islamistas que simpatiza con el derrocado régimen talibán se hizo con el Gobierno regional de la Provincia de la Frontera Noroeste.
El islamista Mohamed Akram Durrani fue investido jefe del Gobierno regional con el apoyo de 78 de los 119 diputados locales. En las elecciones regionales del mes pasado, la coalición obtuvo una aplastante victoria y pasó de tener dos parlamentarios regionales a más de 70.
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