Las reacciones en el mundo musulmán al anuncio de la quema de coranes siguen sucediéndose. De "catástrofe" calificó la iniciativa la prestigiosa institución suní de Al Azhar en El Cairo, mientras el consejo superior de ulemas (estudiosos del islam) marroquís condenó "vigorosamente" los planes del pastor estadounidense Terry Jones y pidió a los estadounidenses que los eviten. Más directo, Susilo Bambang, presidente de Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, envió una carta a Barack Obama para pedirle que tome medidas.