La lucha de votos está siendo dura en tres estados claves para decantar la victoria final de uno de los dos candidatos: son Michigan, Pensilvania y Wisconsin, que forman parte de la llamada "muralla azul", una zona industrial venida a menos como consecuencia de la globalización. Fábricas cerradas y aumento del desempleo. Los tres estados juntos suman 57 'grandes electores', de los 538 en total, los delegados que de uno u otro partido votan al final por su candidato a la presidencia. La crifra mágina es 270. Pensilvania (20), Michigan (16) y Wisconsin (10).

En el pasado, el paisaje de esta zona industrial, situada en la región norte, del centro al este, era de factorias con altas chimeneas que no dejaban de echar humo. La crisis entró de lleno en esta región -conocida también junto a otros estados como Rust Belt (cinturón óxico)- a mitad del siglo XX, un proceso de desindustrialización unido a una creciente competencia global y a la externalización de productos manufacturados que salieron de ahí para ser producidos en países con salarios mucho más bajos.

No solo se fue perdiendo empleo poco a poco en la zona y poder adquisitivo sino que también hubo una merma demográfica. Los tres disponían de un porcentaje alto de población negra, aunque el predominio en número de habitantes siempre ha sido de trabajadores blancos, muhcos no cualificados, dedicados de pleno a una industria pesada que a los largo de los años se ha ido poco a poco desguazando.

VOTO DEMÓCRATA

Desde 1992, estos tres estados formaban parte del voto demócrata, hasta que irrumpió Donald Trump en las elecciones del 2016, y, sorprendentemente, los arrebató a sus rivales, por muy pocos votos, unos 50.000. Segura entonces de volver a ganar, Hilary Clinton, les prestó poca atención, ni siquiera hizo campaña en Wisconsin, y lo pagó muy caro.

El republicano prometió entonces convertir Estados Unidos en el "súper poder manufacturero del mundo", con una política de bajada de impuestos y de reducción de normas regulatorias, además, como ha sido su mandato, con un enfrentamiento comercial con China. Por eso, en esta ocasión, Joe Biden ha intentado recuperar el voto de los trabajdores de estos estados.