El expresidente de Pakistán Pervez Musharraf no se entregará a la justicia de su país después de que un tribunal de Rawalpindi haya emitido este sábado una orden de arresto en el marco de la investigación del asesinato de la primera ministra Benazir Bhutto. Así lo ha anunciado un portavoz de Musharraf, que vive exiliado en Londres. "No, no se entregará para prestar declaración"; ha señalado Fawad Chaudhry, portavoz de la Liga Musulmane de Pakistán, el partido del expresidente.

Si decide regresar, será "un regreso político", para participar en las elecciones legislativas previstas para el 2013. A juicio del portavoz, la orden de arresto es "totalmente ridícula". "¿Cómo puede ser perseguido el presidente de un país por no haber tenido éxito en garantizar la seguridad de alguien?", se ha preguntado Chaudhry, que ha acusado a los jueces paquistanís de haberse "convertido en un partido político".

La corte antiterrorista de Rawalpindi, ciudad cercana a Islamabad, ha decidido emitir la orden de arresto contra Musharraf tras recibir el pliego de cargos formulado por la Agencia de Investigación Federal (FIA). En el documento, la FIA describe como "fugitivo" al exjefe del Ejército y lo acusa de no haber protegido la vida de Bhutto, que murió en un ataque suicida perpetrado en Rawalpindi el 27 de diciembre del 2007.

El juez de la corte antiterrorista ha fijado la próxima audiencia para el día 19 y espera que Musharraf comparezca ante el tribunal, algo que no parece probable. El expresidente se encuentra en el exilio voluntario en Londres, aunque viaja con frecuencia para dar conferencias, ha fundado un nuevo partido y ha dejado clara su intención de regresar a Pakistán.