El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, restauró ayer la Constitución y, tras 42 días, puso fin al estado de excepción. En un discurso, Musharraf justificó la medida, ratificó el calendario electoral y se felicitó por haber "contenido" el terrorismo.

"Tuve que declarar el estado de excepción contra mi voluntad, para salvar al país", aseguró Musharraf, para quien la medida tomada ha supuesto "el retorno de la estabilidad". El presidente aseguró que "una conspiración" del Tribunal Supremo le dejó sin alternativa.

Musharraf confirmó que las elecciones legislativas se celebrarán el 8 de enero y garantizó que serán "limpias y libres", aunque advirtió a los políticos de que no causen problemas recurriendo a "políticas de agitación". El presidente había decretado el estado de excepción por el deterioro de la ley y el orden.