El Movimiento de Unidad para la Yihad en África Occidental (MUYAO) ha afirmado este jueves que, pese a su retirada casi sin combates de las principales localidades del norte de Malí ante la llegada de las tropas malienses y francesas, han abierto un nuevo frente de guerra con la colocación de minas en las zonas que controlaban.

Así, ha reivindicado la autoría de la colocación de estos explosivos en el principal eje de carreteras en el norte de Malí, donde han perdido la vida varios civiles en los últimos días.

El portavoz del grupo armado, Walid Abu Sarhaui, ha recalcado que "se han colocado minas en todas las localidades del norte de Malí" y ha indicado que, para el MUYAO, la guerra no está perdida, si no "limitada a una nueva zona de conflicto".

Sarhaui, que ha advertido del inicio de una 'yihad' contra "todos los regímenes fieles", ha recordado que el grupo no está dispuesto a negociar la liberación de un rehén francés que sigue en su poder. "Quiero refutar las informaciones que apuntan que el MUYAO quiere negociar con las autoridades de Francia y Malí", ha dicho.

Sus declaraciones han sido enviadas a la emisora Radio France Internetional a través de un teléfono móvil local, lo que significaría que Sarhaui sigue en territorio maliense y en zona de cobertura, es decir, cerca de alguna localidad del norte del país.

A principios de enero, el MUYAO, Ansar Dine y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) comenzaron a avanzar hacia la línea de demarcación en la región de Mopti, mientras que varias unidades de los grupos 'yihadistas' presentes en la zona se desplegaron al sur de Tombuctú, ciudad que ya está bajo control del Gobierno central gracias a la operación militar lanzada con el respaldo de París.

La operación francesa comenzó el pasado 11 de enero, cuando el presidente francés, François Hollande, anunció que su Gobierno atendería la petición de ayuda militar formulada por las autoridades malienses, ante la ofensiva lanzada por los grupos islamistas armados que controlaban el Azawad tras arrebatárselo al Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA).

En abril de 2012, el MNLA arrebató todo el norte de Malí, de mayoría tuareg, a las tropas gubernamentales en una rebelión cuyo fin último era la independencia, pero la revuelta fue enseguida secuestrada por tres grupos islamistas: el Movimiento de Unidad para la Yihad en África Occidental (MUYAO), Ansar Dine y Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI).

Desde entonces, los islamistas implantaron la 'sharia' (ley islámica) en las ciudades de Tombuctú, Kidal y Gao y destruyeron templos históricos en los que, según su criterio, se ejercía la idolatría.

A pesar de la declaración de independencia formulada entonces por el MNLA, ni Malí ni la comunidad internacional reconocieron el paso dado por el grupo tuareg. Los tuareg han protagonizado varios levantamientos para conseguir que se reconozca la autonomía de dicho pueblo o la creación de un país propio en la región.