Muchos mexicanos iniciaron ayer sus vacaciones luciendo en el coche una pegatina con la frase No dispare, no soy narcotraficante . El clima de temor que vive el país, sobre todo en los estados del norte, se agravó en los últimos días. Y en torno a las escuelas. Porque la paga extra de los maestros se convirtió en un botín deseado por el crimen organizado. Distintos grupos delictivos que se dijeron vinculados con los cárteles de la droga dejaron notas junto a colegios, efectuaron llamadas telefónicas, o visitas personales a maestros, para exigirles que entregaran sus aguinaldos bajo la amenaza de secuestrar a sus alumnos.

La última semana de clases desató tal psicosis entre los enseñantes y los padres de los alumnos que muchas escuelas cerraron antes de que acabara. La alarma saltó el lunes, cuando se empezaron a pagar los aguinaldos. Un grupo armado de al menos 10 hombres irrumpió en una escuela del estado de Hidalgo para llevarse más de tres millones de pesos (200.000 euros) destinados a pagar a los maestros de la región de Actopan. Al mismo tiempo, seis escuelas del estado de Nuevo León denunciaron amenazas y gente extraña en sus alrededores.

En la capital de ese estado, Monterrey, algunos maestros fueron extorsionados en nombre de Los Zetas, el más temible brazo armado de la mafia del tráfico de drogas. Eso hizo que muchos llevaran en el bolsillo la paga --y, como dijo uno, "hasta envuelta con un lazo"-- aunque la cobraran en el banco, atemorizados por las decapitaciones, cocciones en ácido y demás sistemas empleados por esos sicarios del narcotráfico. Pero en otros sitios del país fueron grupos de policías, o delincuentes disfrazados como policías, los que robaron el aguinaldo a los maestros.

PETICION A LAS AUTORIDADES Muchos padres adelantaron las vacaciones y sacaron a sus hijos de la escuela, sobre todo en Ciudad Juárez, donde los anónimos aparecieron pegados fuera de las escuelas con la amenaza explícita del secuestro de niños. Varias organizaciones cívicas reclamaron a las autoridades "resultados en la lucha contra el crimen organizado", que este año ha dejado allí más de 1.600 muertos.