Frente a la confrontación desatada entre EEUU y China, el alto representante para la política exterior y de seguridad común de la UE, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario Josep Borrell (Pobla de Segur, 1947), defiende que la UE debe mantener su «autonomía» en defensa de sus intereses.

—Europa aspira a jugar un papel geopolítico global. ¿Cómo puede asumirlo dadas las divisiones internas, con EEUU retirándose cada vez más de la escena internacional? ¿Tiene Europa que elegir entre China y EEUU?

—No tenemos que elegir. A algunos les gustaría empujarnos a elegir pero no tenemos que elegir. Tenemos que hacer, como decía Frank Sinatra, My way. Tenemos que hacerlo a nuestra manera. Somos quienes somos. Tenemos nuestros intereses y debemos ser capaces de defenderlos. Nos hemos dado cuenta de que estábamos en una situación crítica por la falta de material médico. ¡Imagínense! Una simple mascarilla, tan fácil de producir que, de repente, se convierte en un elemento crítico. ¿Qué hubiera ocurrido si esta situación crítica se hubiera debido a infraestructuras, comunicaciones u otras cuestiones más difíciles de producir y reparar?

—Y ¿qué hay que hacer para superar esa situación ?

—Los europeos no podemos creer que todas nuestras necesidades serán resueltas por el mercado y la buena voluntad de los grandes poderes. Necesitamos autonomía estratégica para responder a las crisis con nuestros propios medios y no tenemos medios. Esta crisis (del coronavirus) lo ha demostrado. Trabajemos de forma que podamos resolver la situación sin depender de otros. Ha habido una pandemia. Se requiere voluntad política y Europa no avanza si no es a golpe de crisis. Es lo que ha ocurrido con el plan económico de recuperación, que no hubiera ocurrido sin una crisis. Así es, avanzamos cuando hay crisis.

—Si los Veintisiete acuerdan crear nuevos recursos propios en el presupuesto y una tasa a los servicios digitales, ¿no teme que las relaciones con Washington se compliquen aún más?

—No, ¿por qué debería preocuparme? Todo esto prueba una cosa: que los Estados miembros no pueden abordar esto individualmente. Si todos decidieran juntos su posición sería más fuerte. La Comisión ha propuesto una tasa a los servicios digitales muy modesta, no creo que vaya a ser considerada como una amenaza para los gigantes (de internet). Pero, francamente, si todos los Estados miembros actúan juntos no veo resistencia.

—¿Y cómo cree usted que habría que abordar este tema?

—Tenemos que resolverlo a nivel europeo porque si no, ocurrirá lo mismo que con la tasa a las transacciones financieras. Que decidimos hacerlo a nivel global y todavía estamos esperando.

—Para evitar vetos en la negociación presupuestaria de la Unión Europea, la jefa de filas de los Socialistas y Demócratas en la Eurocámara, Iratxe García, ha sugerido decidir por mayoría cualificada en vez de unanimidad. ¿Considera que es realista este planteamiento ?

—Es algo que no va a ocurrir. Todo el mundo utilizará su derecho de veto. No creo que ningún Estado miembro vaya a decir: «Me abstengo y me olvido». Para eso se necesita unanimidad. Por eso es tan complicado. Pero las cosas van mucho mejor de lo que me esperaba. Pensaba que las reacciones en contra de ir al mercado a captar los 750.000 millones (del fondo de recuperación) iban a ser más fuertes. Es mucho dinero, el 5% del PIB de la UE y se puede entender porque es un gran salto. Pero el tiempo es implacable y no perdona a la gente sin trabajo o que no pueden regresar a trabajar porque la economía está en un coma profundo. Cada día que pasa sin decidir sobre la movilización de recursos es un día más de sufrimiento humano y de debilitamiento de la industria y la economía.

—Dice que no es partidario de resolver los problemas de Hong Kong a golpe de sanciones y que hay que mantener un diálogo abierto y honesto con China. ¿Lo descartan completamente?

—China sabe muy bien cómo utilizar el lenguaje del poder. No tienen que aprenderlo ya lo saben bien. En la reunión de hoy (por el viernes) solo un país ha hablado de la posibilidad de adoptar sanciones.

—El presidente de Kosovo, Hashim Thaci, ha dicho que no piensa participar en el diálogo liderado por la UE con Serbia. ¿Se puede avanzar si una de las partes no participa?

—No estamos en una competición con EEUU. Solo hay un diálogo entre Pristina y Belgrado y es el que lanzó la UE. Si EEUU quiere ayudar está bien pero no nos movemos por motivos propagandísticos. Queremos hacer un trabajo serio, desbloquear un diálogo que desgraciadamente está bloqueado por la misma razón que ayer: por la inestabilidad política de Kosovo.