El neonazi Stephan Ernst ha confesado el asesinato del político local alemán Walter Lübcke, según ha afirmado este miércoles el ministro de Interior de Alemania, Horst Seehofer. Lübcke fue asesinado el pasado 2 de junio de un tiro en la cabeza en su casa, tras haber recibido amenazas por defender la acogida de refugiados.

"El fiscal general nos ha informado de que el presunto asesino ha confesado", ha dicho Seehofer a la prensa tras una sesión a puerta cerrada de la comisión de Interior del Parlamento Alemán (Bundestag). Pese a que el ministro alemán se alegra de ese éxito "para nosotros las investigaciones no han terminado. Tenemos que seguir trabajando para determinar si hubo cómplices", ha añadido.

Seehofer dijo que aunque Ernst asegura haber actuado solo eso no cierra el caso. En la sesión de la comisión de Interior, dedicada exclusivamente al caso Lübcke, han participado, además de Seehofer, el fiscal federal Peter Frank, el presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, Thomas Haldenwang y el presidente de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), Holger Münch.

Lübcke fue asesinado en su casa entre el 1 y el 2 de junio de un disparo en la cabeza. La policía encontró rastros de ADN que los llevó a la pista de Stephan Ernst, un personaje perteneciente al mundillo de la extrema derecha en el estado federado de Hesse (centro de Alemania).

VIOLENCIA ULTRADERECHISTA

El político alemán, perteneciente a la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la canciller Angela Merkel, se había convertido en una figura odiada por la ultraderecha por su actitud de defensa de los refugiados. En el 2015, Lübcke había respondido a insultos durante un acto diciendo que quienes no compartían ciertos valores humanitarios estaban en libertad de dejar el país.

El asesinato de Lübcke ha revivido en Alemania el debate sobre la violencia ultraderechista. En las investigaciones sobre el asesinato se ha conocido que el nombre de Lübcke estaba en una lista de posibles objetivos del grupo terrorista neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU). En la discusión sobre el crimen también han surgido voces que han responsabilizado a la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), partido con representación parlamentaria, de haber contribuido a crear un clima de odio y por consiguiente de ser en parte responsable del asesinato.

La presidenta de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, ha dicho que todo miembro de su partido que piense en una posible cooperación con AfD "debe cerrar por un momento los ojos e imaginarse a Walter Lübcke".