El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, inauguró hoy la reunión del Gobierno con la advertencia de una respuesta "firme y decidida" a la muerte de dos soldados israelíes el viernes en Gaza en un tiroteo con milicianos de Hamás. "La política de represalias de Israel es firme y decidida. Está política es bien conocida y continuará. Hamás y el resto de organizaciones terroristas tienen que saber que serán los únicos responsables de sus propias acciones", dijo Netanyahu.

El jefe del Ejecutivo y líder del partido derechista Likud recordó que Israel "responderá con decisión contra todo ataque" a sus ciudadanos y soldados. Las palabras de Netanyahu al inicio del consejo de ministros llegan un par de días después de que dos soldados israelíes y otros tantos milicianos palestinos murieran en un intenso intercambio de fuego en la frontera sudeste de Israel con Gaza. El brazo armado del movimiento islamista Hamás, las Brigadas de Azedín al Kasem, reivindicó la acción, que comenzó cuando los milicianos trataban de colocar explosivos junto a la barrera que separa Gaza de Israel, vigilada por soldados israelíes.

El incidente, que dejó un equilibrio de víctimas poco habitual, ha llevado al ministro israelí de Finanzas, Yuval Steinitz, a sugerir hoy en los micrófonos de la radio pública del país la necesidad de que el Ejército israelí regrese de forma permanente a la franja palestina, evacuada de soldados y colonos judíos en 2005 por el Gobierno de Ariel Sharon en una decisión unilateral. "Israel no permitirá que Hamás se arme con misiles de largo alcance", dijo Steinitz para defender una reocupación militar de la franja destinada a derrocar al Gobierno del movimiento islamista.