El primer ministro de Israel, Binyamin Netanyahu, ha logrado un resonante triunfo político con la celebración en Jerusalén del Foro Mundial del Holocausto, que ha contado con la participación de más de 40 mandatarios y líderes mundiales y poca presencia, en cambio, de supervivientes de los campos nazis. El triunfo ha sido señalado por algunos medios hebreos como un sólido paso en su carrera para las elecciones de marzo.

En el Foro Mundial del Holocausto, que coincide este año con el 75º aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, el próximo lunes, Netanyahu arremetió ayer contra Irán, un tema que constituye el eje central de su política exterior y en el que ha embarcado al presidente estadounidense, Donald Trump, en contra de la opinión del resto de las potencias mundiales que en el 2015 firmaron un histórico acuerdo con Teherán para poner fin al programa nuclear, que EEUU ha acabado rompiendo.

INTENTO DE FRENTE COMÚN / Netanyahu lamentó que la comunidad internacional no se haya unido contra Irán. «Llamo a todos los gobiernos a unirse al esfuerzo vital para hacer frente a Irán», declaró, antes de añadir: «No puede haber otro holocausto». Lo escucharon mandatarios de distintos países, como Rusia, Francia o Alemania, que en repetidas ocasiones han expresado su intención de salvar el acuerdo de Barack Obama que limitaba drásticamente el nivel de enriquecimiento de uranio en los reactores iranís.

Netanyahu luchó contra el acuerdo con todas sus fuerzas pero no consiguió en su momento modificar la opinión de Obama. Las cosas cambiaron tras la llegada al poder de Trump, quien en el 2018 canceló el pacto e impuso duras y crecientes sanciones a Irán. El presidente norteamericano es uno de sus máximos apoyos, por no decir el único.

Por ese motivo y como era previsible, el único de los mandatarios que respaldó este punto del discurso de Netanyahu fue el vicepresidente estadounidense Mike Pompeo. «El mundo tiene que posicionarse con vosotros contra Irán, el único país del mundo que niega el Holocausto y amenaza con borrar a Israel del mapa», dijo sin ocultar que sus palabras también iban dirigidas a los mandatarios europeos.

AUSENCIA DE ZELENSKY / El acto central quedó empañado entre otras cosas por la ausencia de Vlodymyr Zelensky. El presidente ucraniano, que es judío, decidió ausentarse por diferencias con los organizadores del evento. Fuentes del Museo del Holocausto indicaron que Zelensky pretendía pronunciar su propio discurso y se enfadó cuando no le dieron esa oportunidad.

Los ucranianos dijeron entonces que cedían sus asientos a supervivientes del Holocausto, que deberían ser los protagonistas del acto del aniversario. De hecho, algunas organizaciones de supervivientes criticaron en los medios locales al Gobierno israelí por su escasa presencia y denunciaron que solo se acuerdan de ellos en los aniversarios y que el resto del año no reciben ayudas para vivir holgadamente.

En su alocución, Vladimir Putin propuso la creación de un foro internacional específico para combatir el antisemitismo, con la peculiaridad que de él deberían formar parte de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. La iniciativa fue respaldada por el presidente Macron.

Putin se entrevistó por la tarde con el presidente palestino, Mahmud Abás. En el encuentro, celebrado en la ciudad de Belén, en la Cisjordania ocupada, el presidente ruso se comprometió a reforzar las relaciones con los palestinos en todos los ámbitos, incluido el conflicto con Israel.

«ACUERDO DEL SIGLO» / Apenas unos minutos después de que se clausurara la ceremonia central en el Museo del Holocausto, funcionarios israelís revelaron que la Administración Trump pronto hará público un comunicado sobre el plan de paz conocido como «acuerdo del siglo» para resolver el conflicto con los palestinos. Los funcionarios añadieron que tanto Netanyahu, líder del Likud, como el líder de Azul y Blanco, Benny Gantz, han sido convocados para el próximo martes en Washington para hablar con la Administración norteamericana de tan controvertida iniciativa. Aparentemente, Trump se ha cansado de esperar a que los dirigentes israelís estén listos para negociar, algo que nunca ocurre por una excusa u otra.

En medios oficiales israelís se tiene plena confianza en que el plan, que Trump lleva tres años preparando, será favorable a Israel, otro hito en el camino de Netanyahu hacia las elecciones. El último sondeo publicado por la emisora de radio Kan Reshet Bet indica que la oposición liderada por Azul y Blanco ganaría los comicios aunque sin obtener mayoría absoluta, de manera que el partido bisagra de Avigdor Lieberman podría inclinar la balanza en uno u otro sentido. Las dos últimas elecciones terminaron en tablas.