El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, salió hoy al paso, con el anuncio de medidas y una petición de colaboración a los líderes religiosos judíos, de los ataques e humillaciones a mujeres efectuados recientemente en espacios públicos por los judíos ultraortodoxos más integristas.

"Israel es un Estado democrático, occidental y liberal. La esfera pública es abierta y segura para todos, hombres y mujeres por igual. No hay sitio para el acoso o la discriminación", dijo Netanyahu al inicio de la reunión semanal del consejo de ministros, según un comunicado de su oficina.

Netanyahu señaló que la Policía "está actuando y actuará para arrestar y detener a quienes escupan, acosen o levanten la mano" contra las mujeres". A su vez, anunció que pedirá a los ministerios y fuerzas del orden que retiren los carteles que instan a las féminas a caminar por una acera distinta a la de los hombres, una práctica habitual en algunos sectores de barrios ultra-ortodoxos para preservar lo que denominan la "modestia".

Estos signos "no tienen cabida en un Estado libre y democrático", argumentó Netanyahu, antes de llamar a "todas las personalidades públicas y líderes espirituales a actuar contra este fenómeno".

El jefe de Gobierno se reunirá durante las próximas dos semanas con representantes políticos del mundo haredí ("temeroso" de Dios, literalmente, es decir los ultraortodoxos), informa hoy el diario "Haaretz".

El objetivo de las entrevistas es que los dirigentes ultraortodoxos proclamen en público su compromiso con el principio de igualdad entre los sexos. La oficina de Netanyahu indicó a Efe que los contactos no comenzarán hoy, como aseguraba el rotativo, sino más adelante.

Las comunidades ultraortodoxas viven generalmente alejadas del resto de la sociedad y con unas reglas de comportamiento internas en la que la mujer tiene un papel subordinado al del hombre, como es el caso de los autobuses segregados, donde se les reservan los asientos traseros.

La polémica ha saltado a la luz en los últimos días a raíz de dos incidentes en los que el blanco de ataques o insultos han sido incluso judías religiosas, que visten con recato y se cubren el pelo tras el matrimonio.

En la noche del sábado, un varón ultra-ortodoxo fue arrestado por sospechas de haber insultado y escupido a una judía religiosa en la localidad de Beit Shemesh, al sudoeste de Jerusalén. Previamente, una mujer se había negado a sentarse en la parte de atrás de un autobús interurbano, lo que originó una violenta discusión con un ultra-ortodoxo.