La opositora Unidad Nacional Azul y Blanco llamó a una nueva protesta en Managua, capital de Nicaragua, y la Policía reaccionó tomando los puntos de manifestación, en medio de una crisis sociopolítica que ha dejado cientos de muertos desde abril pasado.

La Unidad invitó a los nicaragüenses a aproximarse a las principales rotondas e intersecciones de Managua, para que tocaranla bocina de sus vehículos o hagan ruido con una cacerola en caso de ir a pie en señal de protesta contra el presidente Daniel Ortega.

En respuesta, la Policía Nacional desplegó a numerosos agentes por diferentes puntos de la capital nicaragüense, aparentemente con el objetivo de evitar la manifestación. Cerca de algunas rotondas se ha podido observar la presencia de grúas, que en ocasiones anteriores han sido utilizadas para confiscar los automóviles conducidos por personas que protestan contra Ortega.

UN AMBIENTE MUY PELIGROSO

El ambiente de tensión que vive Managua se da cuatro días después de que la Policía nicaragüense impidiera de forma contundente una marcha para pedir la libertad de cientos de lo que la oposición llama "presos políticos" en Nicaragua.

La acción violenta, que incluyó armas de guerra e invasiones de centros comerciales y gasolineras privadas, dejó como resultado al menos 107 personas arrestadas y seis heridas por disparos de los agentes, quienes se apropiaron de la cámara de un reportero gráfico de la agencia AFP. El proceder del Gobierno, que mantiene negociaciones con la oposición para superar la crisis, fue reprochada por diversos sectores en Nicaragua, así como por la comunidad internacional.

La crisis que vive Nicaragua desde abril ha dejado 325 muertos, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), algunos grupos locales humanitarios elevan la cifra a 561, y Ortega, quien alega un intento de golpe de Estado en su contra, acepta 199. Al menos 802 personas permanecen con algún tipo de régimen carcelario en Nicaragua, incluyendo 20 menores, tras participar en protestas antigubernamentales, según el Comité Pro Liberación de Presas y Presos Políticos.