LA JOVEN Arigona Zogaj (foto), que huyó y que amenazó con suicidarse si las autoridades austriacas la devolvían a Kosovo, regresó ayer al colegio después de que ella y su madre recibieran un permiso de residencia temporal. La fiscalía, que había iniciado acciones legales contra quienes escondieran a Arigona, ha parado el proceso. El cura que la protege, Josef Friedl, dijo que espera que la vida de Arigona vuelva a la normalidad.