Naveed Fiaz, de 28 años y asistente social de profesión en Leeds, permanece arrestado desde el pasado martes en relación con los atentados de Londres. Su estrecha vinculación con los suicidas ha llevado a sospechar a la policía británica que Naveed Fiaz podría estar relacionado de una u otra forma con las explosiones. Fiaz ejerce su profesión en el centro social Hamara del barrio de Beeston, en cuyos locales de Lodge Lane los suicidas tuvieron reuniones.

De momento, la policía todavía le está interrogando y, de acuerdo con la Ley de Prevención de Terrorismo aprobada por el Gobierno de Tony Blair, el sospechoso puede estar bajo custodia policial hasta un plazo de dos semanas.

El Hamara Centre recibe financiación de fondos gubernamentales y del ayuntamiento. Su sede en Lodge Lane, literalmente a escasos metros de la casa donde vivía Shehzad Tanweer, uno de los suicidas, y su familia, ha sido registrada concienzudamente por la policía y los expertos en criminología.

Desfavorecidos del barrio

Ayer, en Beeston, nadie se atrevía a decir una simple crítica acerca de Naveed Fiaz, un asistente social con reputación de ayudar a los sectores más desfavorecidos del barrio de Beeston, en particular a las mujeres o los jóvenes. Robina Mir, manager del Hamara Centre, declaró al rotativo Yorkshire Post : "Rezamos por su seguridad y su bienestar; estamos seguros de que finalmente serán liberado sin cargos".

Fátima, una joven madre soltera, delgada y pequeña, que no quiere decir su apellido, recuerda la ayuda que le proporcionó Naveed Fiaz ante la presión social que significa quedarse embarazada sin esposo en una comunidad de musulmanes asiáticos, aunque sea en el Reino Unido. "Estoy aquí gracias a Naveed", recuerda Fátima. Durante los meses de embarazo, tras la ruptura con su familia, Fátima asegura que Naveed le consiguió un alojamiento del ayuntamiento para poder instalarse. "El y su hermano Ejaz han sido como hermanos para mí", dice Fátima, de origen paquistaní.

Sabina Ali, de 30 años, con cuatro hijos y casada al poco de cumplir la mayoría de edad, también alabó la labor de Naveed, en especial entre las mujeres y los más jóvenes. "Si alguna mujer se quedaba embarazada, Naveed iba a hablar con sus padres para impedir que la echaran de casa; organizaba deportes para mantener a los chicos lejos de las calles; no es ningún extremista, es un hombre moderado, te ayudaba en todo lo que podía", dice Ali, con la mirada siempre pendiente de sus hijos mientras juegan en medio de la calle.

No fue detenido

Esta mujer dice que Naveed no fue detenido, sino que fue él mismo el que se entregó a la policía nada más iniciarse la operación policial. "Aquel mismo día, cuando fui a dejar a mis niños en la escuela, lo vi, a eso de las nueve de la mañana", dijo, dando a entender que ni siquiera intentó darse a la fuga.

Sea como fuere, lo cierto es que los suicidas se reunieron en varias ocasiones en los locales del Hamara Centre de Beeston, lo que ha desatado una campaña en algunos medios de comunicación locales, que han criticado duramente el hecho de que centros asistenciales para facilitar la integración de las comunidades de inmigrantes y que gozan de subsidios públicos puedan ser utilizados por aspirantes a suicida para preparar atentados terroristas.