Se enfrentó al Gobierno de George Bush por las supuestas armas de destrucción masiva del régimen de Sadam Husein y, recientemente, la organización que él dirige criticó las actividades nucleares de Irán. Mohamed el Baradei y la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) fueron ayer galardonados a partes iguales con el Premio Nobel de la Paz por su "labor de incalculable importancia" para frenar la proliferación nuclear, según el comité que concede la distinción.

Poco antes del mediodía, el presidente del Comité Nobel noruego, Ole Danbolt Mjoes, pronunció desde Oslo el nombre de los premiados del 2005, cuando se cumplen exactamente 60 años de los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki.

JUNTO A SU MUJER El Baradei recibió la noticia junto a su mujer en Viena, sede de la AIEA. Al no haber recibido la llamada telefónica previa del Comité Nobel -- Noruega quiso evitar que se repitiera lo sucedido en años anteriores, cuando el nombre del premiado fue filtrado con antelación a su anuncio--, dio por descontado que no había logrado el premio. "Estaba mirando la televisión cuando oí en noruego el nombre de la AIEA y mi nombre, que suenan igual; estaba sólo con mi mujer, abrazándola y besándola, lleno de felicidad y de orgullo", declaró.

El galardón constituye, según sus propias palabras, "una inyección de moral" en un momento en que la AIEA afronta sendas crisis nucleares en Corea del Norte y en Irán. "El premio envía un único mensaje: ´Seguid haciendo lo que estáis haciendo; sed imparciales y actuad con objetividad´, y eso es lo que pretendemos hacer", declaró El Baradei desde Viena.

"La ventaja de haber logrado este reconocimiento es que reforzará mi determinación" a la hora de luchar contra la proliferación nuclear, recalcó el abogado egipcio. Algunas voces críticas recuerdan que la AIEA ha logrado escasos avances en los contenciosos nucleares de Corea del Norte e Irán como para merecer un premio de este calibre. El Baradei, en cambio, no se altera ante las críticas sobre la decisión. "Ya ha habido dos sobresaltos nucleares en el mundo: el accidente de Chernobil y el descubrimiento del programa nuclear clandestino de Irak; es vital impedir un tercero", señaló.

PONER FUERA DE LA LEY En un comunicado, el Comité Nobel, reconociendo la falta de progreso en el desarme nuclear mundial, expresó su deseo de que el premio impulsase los trabajos para poner fuera de la ley las armas nucleares.

El Premio Nobel de este año puede ser interpretado como un revés tanto para el régimen iraní de los ayatolás como para la Administración de George Bush, con la que El Baradei mantuvo serias disputas a raíz de las supuestas armas de destrucción masiva de Sadam. A raíz de estas divergencias, el Gobierno de EEUU se opuso a que El Baradei fuera nombrado para un tercer mandato al frente de la AIEA.

Recientemente, la Junta de Gobernadores de la agencia aprobó una resolución que criticaba el programa nuclear de Teherán.

Con esta decisión, el Comité Nobel recupera las ideas del filántropo sueco Alfred Nobel, quien dispuso que el premio debía recaer en quien hiciera más esfuerzos para eliminar los Ejércitos y el armamento.