El asesinato de la pequeña Fátima ha avivado todavía más en México si cabe las protestas por los feminicidios. Decenas de mujeres se concentraron ayer frente al Palacio Nacional, en el zócalo de la Ciudad de México, para exigir justicia en los recientes asesinatos de mujeres y criticar las medidas tomadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y las autoridades. Las mujeres pintaron al menos unos 80 metros de la fachada de Palacio Nacional.

«Tienes el poder, eres el presidente, demuestra que te importamos», gritó una de las manifestantes pidiendo a las autoridades que cuiden a las mujeres porque las «están matando».

«No a la policía, me cuidan mis amigas», fue una de las proclamas. «Violan mujeres, protegen monumentos», entonaron pocos después. Una de las manifestantes explicó a los medios que las mujeres viven «con miedo todo el tiempo» en el país y que están «enojadas» con las autoridades.

La muerte de Fátima se suma a la conmoción generada por el caso de Ingrid Escamilla, de 25 años, que apenas una semana antes fue asesinada, desollada y mutilada por su pareja y cuyas imágenes difundieron por las redes sociales los propios policías que respondieron a la alerta.

AMLO ha atribuido a la «decadencia» del modelo neoliberal casos como el de Fátima. El presidente mexicano ha achacado este grado de «descomposición social» a las políticas neoliberales porque «son crímenes que tienen que ver con problemas sociales» para cuya solución se requiere «bienestar material y bienestar del alma». «Se cayó en una decadencia, fue un proceso de degradación progresivo que tuvo que ver con el modelo neoliberal», afirmó.