Nuevo recuento de muertos y heridos en Irak. En otra jornada de extrema violencia, un conductor suicida causó la muerte de al menos ocho personas en pleno centro de Bagdad, horas después de que, en Faluya y Ramadi, ciudades que están fuera del control del Gobierno interino iraquí, la aviación de EEUU se llevara por delante la vida de cerca de 60 personas.

Los aviones norteamericanos bombardearon Faluya reiteradamente. Los ataques aéreos empezaron el jueves por la noche y se reanudaron en la madrugada de ayer. Anoche, EEUU inició un nuevo ataque en el que perecieron al menos tres personas.

Según EEUU, los ataques iban dirigidos contra unos campamentos situados al sur de la ciudad que servían de base a los activistas del jordano Abú Musab al Zarqaui, supuesto jefe de Al Qaeda en Irak. También cayeron bombas en un grupo de casas dentro del casco urbano, supuestamente utilizadas como refugio por los seguidores de Zarqaui.

VARIAS VERSIONES El alto mando militar de EEUU aseguró que durante los ataques a Faluya y Ramadi murieron 60 insurgentes extranjeros. Las autoridades iraquís ofrecieron una versión muy distinta. El portavoz del Ministerio de Sanidad, Saad Amili, dijo que durante los bombardeos murieron al menos 44 personas, sin precisar si eran civiles o activistas y que, entre los heridos, había 17 niños y 2 mujeres. Fuentes hospitalarias de Faluya aseguraron que hay mujeres y niños entre los fallecidos.

Los ataques a Faluya son un motivo de preocupación en Italia, sobre todo después que el diario Corriere della Sera asegurase ayer que las cooperantes Simona Torretta y Simona Pari, secuestradas junto a dos iraquís el día 7 en Bagdad, pueden estar retenidas en esa ciudad. El diario citó como fuente al líder kurdo Jalal Talabani.

Otro secuestro, el del británico Kenneth Bigley, capturado el jueves junto a dos estadounidenses en Bagdad, ha causado conmoción en el Reino Unido. Nada se supo ayer de estos tres nuevos rehenes. La familia del rehén, un ingeniero de 62 años, suplicó ayer su liberación. "Es difícil de entender por qué Ken puede ser tratado así, pero queremos pedir a los que se lo llevaron que nos lo devuelvan sano y salvo", señalaron los familiares en un comunicado, informa Begoña Arce.

También ayer, un kamikaze estrelló su vehículo, cargado de explosivos, contra varios coches de la policía iraquí, que había levantado un control en calle Rashid, situada en una zona comercial de Bagdad. Según el Ministerio de Interior iraquí, los fallecidos son cinco policías y tres civiles. Inicialmente, un portavoz gubernamental había cifrado en 13 las víctimas mortales.

El de ayer es el segundo atentado con coche bomba dirigido contra las fuerzas de seguridad iraquís esta semana. El control policial tenía como misión impedir el acceso a un puente que da entrada a la zona de la calle Haifa, donde tropas de EEUU y fuerzas iraquís habían iniciado una gran operación de búsqueda y captura de insurgentes.

REDADA Según las autoridades iraquís, en la redada se detuvo a 63 presuntos activistas, entre los cuales había sirios, egipcios y sudaneses. En otro punto de la capital, soldados de EEUU abatieron a tiros a dos individuos antes de que estrellaran su coche contra un puesto militar.