Varios centenares de personas se han concentrado en diversos puntos de Alemania, desafiando la prohibición de protestas para contener la propagación del coronavirus. Los activistas han reivindicado su derecho a manifestarse, pero la policía les ha denunciado.

Según las medidas de protección impuestas por las autoridades alemanas, las manifestaciones con más de 50 personas están prohibidas en el país. Unas medidas "restrictivas" según algunos activistas, que han organizado marchas y protestas en Berlín, Munich o Stuttgart.

"Muchas de las personas no entran en razón y permanecen en el lugar, algunos han escalado la fuente de la amistad de los pueblos y lanzan botellas desde la multitud a nuestros colegas", ha denunciado la policía de Berlín en Twitter, al aludir a una concentración en las las inmediaciones de la plaza Alexanderplatz. Otra de las protestas ha tenido lugar frente al edificio del Reichstag, la sede parlamentaria, donde la policía se vio obligada a realizar varias detenciones. Los agentes han tomado los datos personales de los manifestantes que no cumplían las normas de higiene y distanciamiento y que no abandonaron el lugar a pesar de las órdenes de la policía.

En Múnich, alrededor de 3.000 personas se han congregado en la plaza Marienplatz, mientras que en Stuttgart lo han hecho varios miles de manifestantes.

Atípica cruzada

No es la primera vez que se dan estas protestas en plena crisis sanitaria. Intelectuales de la izquierda extraparlamentaria, ultraderecha y defensonres de las teorías de la conspiración están llevando a cabo una atípica cruzada contra la gestión de la pandemia en Alemania. Cada sábado se convoca una queja en contra del poder político, ya que consideran que está aprovechando la crisis para poner en jaque la democracia.