El pleno del Parlamento Europeo aprobó ayer, por 449 votos a favor, 149 en contra y 82 abstenciones, la nueva composición del equipo de comisarios presentada por el presidente de la Comisión José Manuel Durao Barroso. Con ello se puso fin a tres semanas de crisis sin precedentes después de que Barroso renunciara a pedir la investidura de la nueva Comisión ante el rechazo provocado por varios de sus miembros --especialmente el italiano Rocco Buttiglione-- entre los diputados.

El presidente de la Eurocámara, Josep Borrell, felicitó al nuevo Ejecutivo comunitario y dio por cerrado lo que calificó de "episodio importante" para la UE, tras la polémica del último mes que obligó a Barroso a remodelar su equipo. "Europa necesita una Comisión y un Parlamento creíble y hoy los tenemos más que ayer", subrayó Borrell, quien destacó que el nuevo Ejecutivo, con el 66% de los sufragios de la Cámara, ha recogido más votos que la ratificación de Barroso.

"Estoy muy satisfecho con los resultados, porque dos terceras partes del Parlamento Europeo apoyan a la Comisión, lo que es un gran resultado y un gran honor para mí", afirmó Durao Barroso, quien se mostró "impaciente" por empezar a trabajar. Es la primera vez que la Comisión está compuesta por 25 miembros, uno de cada país de la Unión Europea (UE). España está representada por Joaquín Almunia, quien se encargará de la cartera de Asuntos Económicos y Monetarios.

RESPALDO MAYORITARIO El presidente de turno de la UE, Jan Peter Balkenende, felicitó a la Comisión por el "amplio apoyo" logrado y se mostró "deseoso" de trabajar, mano a mano, con el equipo de Barroso. Jurídicamente, la nueva Comisión iniciará su mandato en la medianoche del lunes, después de que los ministros de Justicia e Interior den el visto bueno del Consejo, en una reunión prevista para hoy.

La Comisión que encabeza Barroso recibió el apoyo de la mayor parte del Grupo Popular Europeo (PPE), a excepción de los diputados polacos y algunos checos, húngaros y británicos, opuestos al excomunista húngaro Laszlo Kovacs, que se encargará de la cartera de Fiscalidad. El presidente del grupo, HansGert Poettering, prometió ser "crítico" con la nueva Comisión Europea y pidió a Barroso que retire a los comisarios que no tengan la confianza del Parlamento, tal como pide una resolución no vinculante que fue aprobada también ayer por la Eurocámara.

Los socialistas también votaron a favor, excepto los diputados franceses, italianos, griegos y belgas, que se abstuvieron por la presencia de la comisaria de Competencia, la holandesa Neelie Kroes, criticada por el conflicto de intereses que plantea su relación anterior con varias empresas privadas.

La Alianza de Liberales y Demócratas Europeos también votó a favor del equipo de Barroso, excepto los diputados franceses y la mayoría de italianos, que también se abstuvieron por su rechazo a Kroes. El británico Graham Watson, que preside el grupo, dijo que estará "atento a todos los conflictos de intereses de los comisarios".

POLEMICA Los diputados del grupo de los verdes y de Izquierda Unitaria votaron contra la nueva Comisión, por considerar que sigue integrando a comisarios que no cumplen los requisitos para el puesto (Stavros Dimas, de Medio Ambiente, o Franco Frattini, de Justicia).

El diputado británico antieuropeo Nigel Paul Farage provocó, por su parte, indignación y polémica al arremeter contra varios comisarios por su pasado comunista y acusar al comisario francés de Transportes, Jacques Barrot, de corrupción. El líder del PPE, Hans-Gert Poettering, calificó de "indecentes" esas declaraciones.