El caos se apoderó ayer, otra vez, del Tribunal Especial Iraquí que juzga a Sadam Husein y a siete de sus lugartenientes acusados de crímenes contra la humanidad. El dictador, siempre desafiante, abandonó la sala gritando: "¡Abajo los traidores! ¡Abajo América!" El magistrado jefe, Rauf Abdel Rahmán, que ayer se estrenó en el cargo, se mostró duro e implacable durante la tensa audiencia y decidió (tras un duelo verbal con Sadam, algunos otros inculpados y el equipo defensor) suspender el juicio hasta el próximo miércoles.

La tensión se apoderó de la sala sólo empezar la vista, la octava desde que arrancó el juicio en octubre. El primer incidente lo protagonizó el acusado Barzán Ibrahim, hermanastro de Sadam y antiguo jefe del temible servicio secreto de la dictadura. Barzán, que sin la autorización del juez se quejó de sus problemas de salud, hizo caso omiso al magistrado jefe cuando éste le ordenó varias veces que se callara. Finalmente, el jefe del tribunal resolvió expulsarlo de la sala. Barzán exclamó: "Hijo de puta".

IRA DE LOS ABOGADOS La decisión del juez provocó la ira de los abogados de la defensa que, de común acuerdo, dejaron la sala, junto a otros dos inculpados, Auad Ahmen al Bandar y el exvicepresidente iraquí, Taha Yasín Ramadán. Luego le llegó el turno a Sadam. "Yo también quiero irme", gritó. "Pues váyase", le replicó el magistrado Abdel Rahmán, un kurdo de 64 años con fama de ser riguroso.

"¡Qué tragedia! ¡Yo le he gobernado durante 35 años! --exclamó el dictador-- ¿Cómo puede obligarme a abandonar el proceso?". "Conozco mis derechos. Los acusados son inocentes hasta que no se demuestre lo contrario. Eso es lo que nos enseñaron en la facultad de derecho donde estudiamos", insistió Sadam.

Con parte de los acusados y de la defensa ausentes, la vista continuó con la declaración de una testigo de la matanza en 1982 de más de 140 civiles shiís de Duyail, que es el caso que se está juzgando. La testigo, que declaró tras una cortina, expuso las torturas que sufrió en los centros de detención de la dictadura. Dijo que fue arrestada junto a 16 miembros de su familia, 7 de los cuales murieron en prisión.

DESCONTROL La sesión de ayer volvió a revelar el descontrol del juicio. Desde que empezó, han sido asesinados dos abogados y ha dimitido el juez Rizgar Mohamed Amín, que hasta ahora presidía el juicio. Su sustituto, Abdel Rahmán, ha sido cuestionado por la defensa, entre otras razones, porque nació en Halabja, donde en 1988 murieron más de 5.000 civiles kurdos gaseados por el Ejército de Sadam.

Ayer, la violencia se cobró la vida de al menos cuatro personas tras estallar dos artefactos en sendas iglesias en Kirkuk, al norte de Irak. Otras nueve personas resultaron heridas.