El día en el que el Reino Unido debía dejar la Unión Europea, la Cámara de los Comunes rechazó por tercera vez el acuerdo de salida negociado por el Gobierno de Theresa May con Bruselas. La nueva intentona se saldó con 344 votos en contra, frente a 286 a favor de su propuesta, una diferencia de 58 votos, a pesar de que May había eliminado la parte política del pacto para facilitar la aprobación del brexit.

Tampoco sirvió de nada la rendición de destacados euroescépticos, que en el pasado había votado contra el acuerdo, como el exministro de exteriores, Boris Johnson, el que fuera titular del brexit, Dominic Raab y el exministro Ian Duncan Smith, y optaron por respaldarlo. El rechazo de los diez diputados unionistas norilandeses hacía imposible superar la prueba.

El resultado conduce a una salida sin acuerdo el 12 de abril, según indica la ley, o una larga prórroga, si está justificada y la Unión Europea la concede. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, anunció inmediatamente una cumbre de emergencia para analizar la situación el próximo 10 de abril, en la que presumiblemente May pedirá una nueva ampliación. El Parlamento británico tratará de lograr alcanzar una alternativa para el brexit que cuente con el consenso de los diputados.

Tras conocerse la derrota, en tono grave y firme, la primera ministra señaló que la decisión «tiene consecuencias graves». «Creo que cada miembro de esta Cámara debe lamentar el que una vez más no hayamos sido capaces de respaldar la salida de la Unión Europea», añadió.

LÍMITES / May advirtió de que se están, «alcanzando los límites del proceso en los Comunes» y sugirió que podría volver a presentar su acuerdo en los próximos días. Sería la cuarta vez que lo intentara. «El Gobierno continuará presionando por la salida ordenada del brexit que reclama el resultado del referéndum», expuso la mandataria poco después del nuevo mazazo.

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, pidió la inmediata renuncia de May. «Está Cámara lo ha dicho claramente. Este acuerdo debe cambiar ahora, se debe encontrar una alternativa. La primera ministra no puede aceptarlo y debe marcharse. No en una fecha indeterminada, sino ahora, de manera que podamos decidir el futuro de este país a través de una elección general», expuso Corbyn.

RUMORES / El rumbo que tomará el brexit es impredecible. El Reino Unido debería presentar una oferta de acuerdo antes del 12 de abril. El próximo lunes habrá otra serie de «votaciones indicativas» en un proceso donde participan diputados de todos los partidos y está encabezado por el conservador proeuropeo, Oliver Letwin. Su intención es conseguir el consenso de la Cámara de los Comunes, en torno a una propuesta, quizás el brexit suave, con la permanencia del Reino Unido en la unión aduanera, que el pasado jueves quedó a solo nueve votos de obtener la mayoría.

Los rumores apuntaban ayer a la posibilidad de que May pretenda someter a consideración nuevamente de los diputados su acuerdo, contra la opción que logre el mayor respaldo en esas votaciones.

Para los nacionalistas escoceses lo mejor es la derogación del artículo 50 y permanecer en la UE. Otras opciones serían la celebración de un segundo referéndum, o la convocatoria de elecciones generales, que tendría que convocar May y contar con el visto bueno del Parlamento. Tampoco hay que excluir una nueva moción de censura contra la primera ministra británica, que el Partido Laborista puede solicitar en cualquier momento.

May se reunió en Downing Street con algunos miembros de su gobierno tras encajar esta nueva derrota. Estos le habrían pedido que no cediera en favor de un brexit suave y fuera a por la salida sin pacto alguno. A las puertas del Palacio de Westminster se congregaron miles de partidarios del divorcio con Europa convocados por grupos rivales, entre los que figuran el UKIP o Leave Means Leave. El líder de este último, el eurodiptuado Nigel Farage, declaró que si se ven «forzados a luchar en un segundo referéndum» ganarían «por un margen incluso mayor que el de la última vez».