Cinco cuestiones planteadas por Italia, Polonia, Austria y Bulgaria impiden aún el acuerdo de los Veintisiete sobre el tratado de reforma de la UE, que debe sustituir al rechazado proyecto de Constitución europea y reformar el funcionamiento de las instituciones comunitarias.

El Consejo de Ministros de Exteriores de la UE avaló el texto de nuevo tratado elaborado por la presidencia portuguesa salvo las cinco cuestiones sobre las que todavía no existe acuerdo. Sin embargo, todos reiteraron su voluntad de llegar a un compromiso durante la cumbre europea de Lisboa del jueves y el viernes.

El principal problema lo planteó Italia, que rechaza el reparto de escaños aprobado por el Parlamento. El nuevo reparto le otorga menos diputados que a Francia y Gran Bretaña, al tener menos población que esos países, con quienes mantenía hasta ahora la paridad.

Italia propuso desvincular esta cuestión del tratado y aplazar el reajuste de escaños para más adelante. Pero España lo rechazó porque pondría en peligro su logro de mantener sus actuales 54 eurodiputados. El jurisconsulto del Consejo de la UE confirmó que el reajuste de escaños y la reforma institucional del tratado están vinculados y forman parte del mismo acuerdo político.

RESOLUCION El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro, señaló que esta cuestión puede ser la más difícil de resolver en la cumbre, porque el Parlamento italiano ha aprobado una resolución que exige al primer ministro, Romano Prodi, que no apruebe el nuevo tratado si no se atiende la demanda italiana sobre la Eurocámara.

Otros dos temas pendientes son exigencias polacas. La ministra de Exteriores polaca, Anna Fotyga, reclamó que la concesión política a Polonia de poder bloquear durante "un plazo de tiempo razonable" una decisión de la UE cuando no disponga de la minoría de bloqueo necesaria figure en el texto del tratado mediante un protocolo, en lugar de una declaración política anexa, como defienden el resto.

Fotyga también insistió en ampliar el número de abogados generales del Tribunal de Justicia de la UE para que Polonia tenga uno permanente, como los grandes países. Estos abogados elaboran informes sobre los casos con una recomendación de sentencia, que los jueces suelen seguir en la mayoría de los casos.

Austria, por su parte, reclamó una base jurídica que le permita fijar un numerus clausus para los universitarios extranjeros, ya que algunas facultades se llenan de estudiantes de otros países. La caligrafía de la palabra euro en el alfabeto cirílico búlgaro plantea también un problema, porque choca con la norma del Banco Central Europeo.