Grupos de jóvenes protagonizaron hoy nuevos disturbios en un barrio conflictivo a las afueras de París, después de los episodios de violencia de la pasada noche tras la muerte de dos adolescentes en moto que colisionaron con un coche policial. La reanudación de los disturbios se produjo pese a los llamamientos a la calma lanzados por las autoridades y por los propios familiares de los dos muchachos, Moushin y Larami, de 15 y 16 años respectivamente.

Y también pese a que los primeros elementos de la investigación, según la Fiscalía, confirmaran la versión de los policías de que no tuvieron ninguna responsabilidad en la colisión ayer con la moto en Villiers-Le-Bel, a unos 20 kilómetros de París. A ultima hora de la tarde de hoy, decenas de jóvenes se enfrentaron con las fuerzas del orden cerca del lugar del accidente.

Incendiaron varios coches, incluido uno de la policía, y cubos de basura, y arrojaron botellas y otros proyectiles contra las fuerzas del orden, que respondieron con gases lacrimógenos y "flashballs", según medios locales presentes en el barrio. Ante el temor de más violencia esta noche, las autoridades desplegaron a unos 160 agentes antidisturbios (CRS) en Villiers-Le-Bel para reforzar a los policías locales, informó la Prefectura.

Por la tarde, entre 200 y 300 personas, en su mayoría adolescentes, protagonizaron una marcha silenciosa por la localidad, detrás de un cartel con fotografías de los dos muertos con el texto: "descansa en paz. Muerto el 25 de noviembre de 2007. Muerto por nada". Por su parte, las familias de los dos muchachos pidieron "que se haga justicia, en la calma y la serenidad".

Un hombre que dijo hablar en nombre de las dos familias pidió que la investigación tenga lugar bajo la égida de un magistrado instructor y que "se respeten las leyes de la República". Las familias han escogido como abogado al mismo letrado que representó a los familiares de dos adolescentes electrocutados en octubre de 2005, cuando se refugiaron en un transformador eléctrico al creerse perseguidos por la policía, en Clichy-sous-Bois, otro barrio conflictivo al norte de París.

Esa doble muerte desató tres semanas de violentos disturbios, protagonizados esencialmente por bandas de jóvenes, en decenas de zonas periféricas de París y las otras grandes ciudades del país. En los disturbios de anoche en Villiers-Le-Bel y localidades vecinas, 40 policías resultaron heridos. Varios comercios, dos comisarías, y diversas cabinas telefónicas o paradas de bus fueron incendiados o saqueados por grupos de jóvenes.

Una doble investigación, administrativa y judicial, está en marcha para determinar exactamente las circunstancias del accidente de tráfico. Los dos muchachos, sin casco, circulaban en una moto tipo moto cross no homologada, que apareció a bastante velocidad en un cruce, sin respetar la prioridad de paso, a la izquierda del coche de la policía, que avanzaba sin sirenas y que no perseguía a nadie, según los testimonios citados por la justicia.