El viceprimer ministro polaco, Roman Giertych, definió ayer a los homosexuales como "pederastas asquerosos" durante su discurso a los casi 800 participantes en una marcha a favor de la familia tradicional en Varsovia. "Estoy aquí para oponerme a los acontecimientos de ayer (por el sábado), cuando marcharon por las calles de Varsovia pederastas asquerosos, muchos llegados de otros países con el propósito de imponernos su propaganda homosexual", dijo el también ministro de Educación.

Giertych ya había expresado, aunque con menos crudeza, sus convicciones al respecto. La semana pasada propuso prohibir toda información sobre la homosexualidad en las escuelas para "proteger a la juventud". Líder de la ultraconservadora Liga de las Familias Polacas, arremetía así contra el Desfile de la Igualdad, la manifestación contra la homofobia organizada el sábado por colectivos de homosexuales, organizaciones de izquierda, oenegés proderechos humanos y feministas, y que congregó a unas 5.000 personas.

Los manifestantes de ayer, mientras tanto, salieron a la calle para pedir políticas de apoyo a la familia, como las reducciones de impuestos para los padres. No obstante, el eje de la marcha fue la oposición al aborto y a los derechos de los homosexuales. En sus pancartas se leían los eslóganes Stop al aborto y Hombre y mujer, igual a familia, entre banderas nacionales.

ESTUDIO Este acto coincide con una investigación realizada por el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo y el Banco Mundial, presentada ayer en Kazán (Rusia). Según el informe, titulado La vida en transición , solo el 30% de la población de los países en transición del sistema comunista a la economía de mercado opina que vive mejor hoy que en 1989. El informe, basado en un cuestionario respondido por 29.000 personas de 29 países, revela que la corrupción es lo que más preocupa.