Al Qaeda no tiene un plan terrorista claro. El Pentágono aseguró el jueves que tiene una carta escrita por Aymán al Zauahiri, el número dos de Al Qaeda, en la que advierte al grupo terrorista en Irak de que los ataques contra las mezquitas y los asesinatos de rehenes pueden causar la pérdida del apoyo de "las masas musulmanas". Y ayer, el responsable de esa táctica en el país árabe, Abú Musab al Zarqaui, en una grabación colgada en una web donde habitualmente se atribuye los atentados, defendía esos asesinatos de civiles, ya que considera que los que mueren son "infieles".

La misiva de Zauahiri, explicó el portavoz del Pentágono, Bryan Whitman, la consiguió el Ejército en una operación antiterrorista en Irak que, según The New York Times, se produjo en julio. Whitman dijo que la carta estaba escrita en árabe y no precisó si Zarqaui, el destinatario, había respondido con otra.

LINEAS DETERIORADAS "Zauahiri dice que han perdido a muchos de los líderes clave, que se han resignado a caer derrotados en Afganistán, y que sus líneas de comunicación y financiación han sido gravemente deterioradas", explicó Whitman.

El Pentágono informó de esta carta el mismo día en que el presidente de EEUU, George Bush, decía en un discurso que los radicales creen que controlando Irak unirán a todos los musulmanes, para lograr su objetivo de derrocar a los gobiernos de la región y "establecer un imperio islámico radical que vaya desde España hasta Indonesia".

Los terroristas de Al Qaeda en Irak luchan contra los ejércitos de EEUU y el Reino Unido y sus aliados shiís, y han matado a miles de civiles con sus atentados. El ala iraquí de la red de Bin Laden ha declarado la guerra a los shiís, considerados traidores por negociar con EEUU. Tanto la cabeza de Zarqaui como la de Zauahiri tienen precio para la Casa Blanca: 25 millones de dólares (20,6 millones de euros).