Amnistía Internacional dio ayer la voz de alarma: la aplicación de la pena de muerte en el mundo se disparó en el 2004, se registraron 3.797 ejecuciones, más del triple que en el 2003. Es el segundo récord de ejecuciones que da Amnistía Internacional en 25 años. China, con 3.400 ejecuciones, fue la principal responsable de la pena capital.

La publicación de las cifras coincidió con la reunión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra que durará hasta el 22 de abril. La UE ha anunciado que quiere presentar un proyecto de resolución en el que instará a todos los países a decretar una moratoria en la aplicación de la pena capital, que debería ser el primer paso para su total abolición.