Testigo del horror y penitente de su propia impotencia. El amigo de la estudiante violada en un autobús en Nueva Deli el pasado 16 de diciembre y que murió el sábado a causa de esta brutal agresión, suceso que ha conmocionado a la opinión pública mundial, ha explicado a los medios de comunicación por primera vez la "crueldad" de los atacantes y el trauma personal que sufre por no haber podido salvar a su amiga. "Qué puedo decir, no debería haber visto jamás la crueldad que vi. Intenté luchar contra esos hombres, y después supliqué una y otra vez que la dejaran", aseguró el joven de 28 años en una entrevista telefónica desde Gorakhpur, una localidad de Uttar Pradesh (norte de la India). La sociedad india pide ahora justicia ante la barbarie, mucho más habitual en el país de lo que pueda pensarse.

La pesadilla se inició después de que la pareja saliese del cine. Los dos jóvenes subieron a un autobús, que estaba ocupado por un grupo de hombres. Una vez en el interior, el joven fue agredido, mientras que su amiga, de 23 años, fue violada en repetidas ocasiones por los miembros del grupo, incluyendo al chófer del autobús. También fue agredida sexualmente con una barra de hierro. La mujer, estudiante de fisioterapia, fue arrojada fuera del vehículo junto a su amigo, quien fue golpeado también con esa barra de hierro y asegura que no pudo hacer nada para contrarrestar a los agresores. La joven murió el sábado pasado en Singapur, donde había sido trasladada para intentar salvarle la vida. Sufría importantes lesiones en el intestino y las cervicales.

Marco legal permisivo

El ataque causó una explosión de cólera en la sociedad india contra las agresiones sexuales y las violaciones, cometidas con total impunidad en el país ante un marco legal permisivo con ese tipo de agresiones.

El amigo de la muchacha, que pide el anonimato, tiene una pierna rota e intenta recuperarse física pero sobre todo anímicamente. El miedo a la falta de humanidad le invade. Ha recordado que nadie acudió a ayudarles cuando fueron expulsados del autobús tras una hora de tortura. "Un peatón nos encontró tras el ataque y ni siquiera le dejó su abrigo a mi amiga", que estaba sin ropa. Al final llegó la policía, pero demasiado tarde.

Seis hombres, entre ellos un menor, han sido detenidos acusados de la agresión. Los cinco sospechosos adultos, de entre 19 y 35 años, se enfrentan ahora a la pena de muerte si son declarados culpables por la Justicia. La opinión pública ya ha dictado sentencia.