"Estados Unidos no está en guerra con el islam", ha asegurado el presidente de EEUU, Barack Obama, durante la primera jornada de una visita a Turquía en la que busca tender puentes con el mundo musulmán y reparar las relaciones con un país que es un aliado estratégico, pero cuyos lazos se habían deteriorado a raíz de la guerra en Irak.

En este sentido, el mandatario de EEUU ha afirmado que su país busca "un amplio acercamiento basado en el respeto mutuo y los intereses compartidos".

En un discurso ante el Parlamento turco en Ankara, Obama ha prometido que su Gobierno escuchará "cuidadosamente", "resolverá malentendidos" y buscará "terrenos en común" --en referencia a los países musulmanes--.

Compromiso y entendimiento

"Seremos respetuosos, aunque no estemos de acuerdo. Y transmitiremos nuestra profunda apreciación por la fe musulmana, que tanto ha hecho a lo largo de los siglos para mejorar el mundo, incluido mi propio país", ha manifestado Obama, a la vez que ha querido recordar que él mismo ha vivido en un país musulmán, concretamente en Indonesia.

Según ha indicado, a lo largo de los próximos meses presentará una serie de programas que demostrarán "el compromiso de EEUU con un mundo mejor", en áreas como la educación, la sanidad y el comercio.

"Nuestro objetivo será, en alianza con la gente del mundo musulmán, progresar en nuestras esperanzas comunes y nuestros sueños comunes", ha añadido Obama, a la vez que ha destacado la importancia de la alianza con el mundo islámico para derrotar el extremismo terrorista.

Apoyo a la incorporación turca a la UE

En este sentido, el presidente de EEUU ha asegurado que su país "apoya firmemente" el ingreso de Turquía a la Unión Europea, algo que permitiría "ampliar y fortalecer los cimientos de Europa nuevamente".

El mandatario estadounidense también ha pedido ayuda a Turquía para resolver conflictos en la región, como la división de Chipre, el futuro de la región de Nagorno Karabaj, que se disputan Azerbaiyán y Armenia, y el conflicto israelo-palestino, donde ha indicado que "ambas partes deben cumplir sus compromisos, superar pasiones que se arrastran desde hace mucho tiempo y lograr progresos hacia una paz duradera".

Obama también ha solicitado a Turquía mayores medidas en el terreno de los derechos humanos y ha afirmado que "unos derechos sólidos de las minorías permiten que las sociedades se beneficien de las contribuciones de todos sus ciudadanos".