Como no podía ser de otra forma, la economía sigue siendo el caballo de batalla de la campaña electoral entre Barack Obama y John McCain, con un demócrata a la ofensiva aprovechando que la debacle de Wall Street y el multimillonario plan de rescate de la administración de George Bush han dejado en mal lugar las tesis más liberales en economía que hasta ahora defendía su adversario. Por eso, este fin de semana Obama se ha dedicado a atacar con saña la propuesta de McCain de privatizar en parte las pensiones. "El senador critica la cultura de casino de Wall Street, pero el hecho es que él quiere especular con vuestros ahorros", acusó Obama.

En su programa electoral, McCain propone una privatización parcial de los fondos de la seguridad social que consistiría en que los contribuyentes pueden elegir destinar sus impuestos a fondos privados en lugar de dárselos al Estado. El plan es muy similar al que presentó Bush en el 2004 y que fue bloqueado por el Congreso en el 2005. Si no hubiera sido así, los estadounidenses que hubieran apostado por el mercado privado en Wall Street podrían estar ahora afectados de pleno por la crisis.

La campaña de McCain respondió acusando a Obama de utilizar la "estrategia del miedo". Según el senador por Arizona, su propuesta incluiría garantías para que los contribuyentes no sufrieran la pérdida de sus inversiones en caso de crisis.