Las fechas dicen que ayer, cuando Barack Obama se disponía a cerrar la convención demócrata con un discurso en un estadio de fútbol ante 76.000 personas, se cumplía el 45 aniversario del famoso discurso del Yo tengo un sueño de Martin Luther King. Las comparaciones dicen que el último candidato que aceptó la candidatura demócrata fuera del escenario de la convención fue John F. Kennedy en Los Angeles en 1960, cuando pronunció su famoso discurso de la Nueva frontera. La historia reciente dice que, desde el 2004, Obama ha dado un puñado de discursos tan brillantes que su propio listón está muy alto ante la cita más importante, hasta ahora, de su carrera.

En la carrera de Obama está el discurso del 2004 en la convención de Boston que lo hizo famoso.. Está el de Iowa tras ganar el caucus, probablemente el más bello de la campaña. El de Nuevo Hampshire, tras perder, que fue la base de famoso vídeo musical del Yes we can . Y el de Philadelphia sobre la cuestión racial en EEUU. Pero ayer (madrugada de hoy hora española) iba a salir ante 76.000 personas, con 450 focos de estadio de fútbol encima suyo, y el objetivo de reinventarse para impulsar su campaña.

El candidato y sus asesores han filtrado algunos detalles de la intervención. Por ejemplo, que lo escribió él mismo a mano hace una semana en una habitación de hotel de Chicago. De esta manera, Obama se ha referido al texto como una intervención "profesional", lo que lleva a interpretar que primará el contenido sobre los arabescos retóricos que son la marca de la casa de su estilo. "Explicaré a los votantes qué voy a hacer para ayudarles en sus vidas", ha declarado el ya oficialmente candidato demócrata.