El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha presentado un plan para reducir 4 billones de dólares del déficit público en los próximos 10 años, en el que "todos contribuirán con su justa parte", incluidos los más acaudalados.

"No deberíamos reducir el déficit a costa de los pobres y los trabajadores", añadió el presidente en un discurso desde los jardines de la Casa Blanca, y advirtió de que, si no se actúa ahora, "toda la deuda caerá sobre los hombros de nuestros hijos".

"No podemos salir de este bache reduciendo solo los gastos. Es normal que pidamos que todos paguen la parte correspondiente. No podemos permitir estas tasas de imposición más bajas para los ricos, No podemos permitirlos cuando tenemos grandes déficits. Esto no es la lucha de clases, son matemáticas", anunció, en alusión a las críticas de la mayoría republicana que le acusan de castigar a los que han triunfado y de desanimar a los "creadores de empleos".

Obama anunció que una parte importante del reequilibrio presupuestario provendrá de una mayor presión fiscal sobre las rentas más altas y de la aplicación de un principio muy simple: "que la secretaria del señor Warren Buffett no pague más impuestos que el señor Buffett", dijo en alusión a una de las mayores fortunas de EEUU, quien ha reconocido que paga menos que su colaboradora.

Sometido al 'supercomité'

El presidente se encuentra con la oposición republicana ante la subida de impuestos a los más ricos, porque Obama afirmó que vetará cualquier ley para la reducción del déficit que se base únicamente en el recorte de los gastos federales pero no aumente los ingresos del Estado.

El plan que presentó hoy el presidente será sometido al supercomité bipartidista, compuesto a partes iguales por congresistas demócratas y republicanos, que tiene la obligación de llegar a un acuerdo sobre la reducción del déficit en al menos 1,5 billones de dólares antes de finales de noviembre.

Las propuestas incluyen el ahorro de 1,3 billones de dólares con el final de la intervención militar de Estados Unidos de Afganistán e Irak y la reforma de los subsidios agrícolas y del seguro sanitario para los mayores, pero deja intacto el sistema público de pensiones.

La semana pasada Obama presentó un plan de casi 450.000 millones de dólares para la creación de empleos, e insistió hoy en que el Congreso "debe aprobar" esa iniciativa de inmediato.