"Una semana. Estamos solo a una semana del cambio en América". Barack Obama pronunció ayer en Canton (Ohio) el discurso que su equipo presentó como el argumento final de esta larga campaña que ha durado casi dos años, la idea que repetirá a lo largo de esta semana cara a la cita del 4 de noviembre.

En Canton, Obama retomó la retórica del cambio y la esperanza en un futuro mejor que le llevó en volandas durante las primarias y que últimamente había abandonado para centrarse en la economía. "Os pido que creáis, no solo en mi capacidad para traer el cambio, sino en la vuestra", dijo el demócrata.

Claramente por delante en las encuestas, Obama puede permitirse el lujo con el que no cuenta John McCain: elevarse por encima de la guerra de guerrillas política. No es que en su discurso de ayer no criticara al republicano o que no piense hacerlo durante esta semana, sino que el demócrata considera que ha llegado el momento de volver a evocar lo mejor de la nación estadounidense. Por eso, se presentó como una figura que no divide sino que une, que prima "el sentido común" sobre la ideología política, la "esperanza" sobre el "miedo". Es decir, se presentó como lo contrario de los ocho años de George Bush, que ahora representa McCain.

"Ya lo hemos intentado al estilo de John McCain. Lo hemos intentado al estilo de George Bush. No ha funcionado", dijo Obama. Y enumeró la larga lista de motivos por los que es necesario un giro en la política nacional: la crisis económica, las guerras en Irak y Afganistán, la política energética y el sistema sanitario.

El demócrata se presentó como un pragmático y un centrista, que opina que la dicotomía demócrata-republicano, conservador-progresista solo ha acarreado un bloqueo político de graves consecuencias.

AGRESIVO En cambio, McCain se encuentra en una tesitura mucho más complicada, y su hoja de ruta para esta última semana es, a la fuerza, más agresiva. La campaña de McCain dedicará la recta final a tres ideas: que Obama quiere subir impuestos y "esparcir la riqueza", que es un inexperto en política exterior, y que EEUU corre el riesgo de levantarse el 5 de noviembre con demócratas con el control de la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado.

Por otra parte, las autoridades federales estadounidenses han detenido a dos personas y desbaratado un plan de dos grupos neonazis para asesinar al senador Obama. El plan, según dio a conocer ayer la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, también incluía el asesinato de 102 niños de raza negra en Misisipí. Según la cadena de televisión CNN, los dos hombres fueron detenidos el miércoles de la semana pasada en Tennessee.