Reducir la dependencia energética de EEUU fue una de sus promesas en la campaña que le llevó a la Casa Blanca en el 2008. Luchar contra el desempleo que roza los dos dígitos, niveles nunca vistos desde hace 25 años, es una de sus prioridades. Barack Obama tiene ambos retos por delante y el miércoles anunció su intención de poner fin a años de restricciones y autorizar nuevas perforaciones frente a las costas de Virginia en busca de petróleo y gas natural.

George Bush lo intentó sin éxito durante sus dos mandatos. Ahora es la primera vez en las últimas dos décadas que un presidente demócrata no solo se muestra partidario, sino que anuncia un plan para impulsar las exploraciones. "Contamos con el 2% de las reservas del planeta, pero consumimos el 20% del petróleo mundial", reconoció Obama desde la base militar de Andrews, acompañado de los secretarios de Energía e Interior, Steven Chu y Ken Salazar.

No ha sido una decisión "a la ligera", aseguró el presidente, quien, sin embargo, insistió en que para seguir siendo "competitivos" y mantener un crecimiento "sostenido" es imprescindible buscar nuevas formas de energías renovables, a través de exploraciones petrolíferas en la costa que permitan frenar la dependencia del crudo extranjero y al mismo tiempo proteger los recursos naturales de EEUU.

Con este anuncio, el actual inquilino de la Casa Blanca hace algunas concesiones a la oposición republicana, tradicionalmente más cercana a la todopoderosa industria petrolera, y que siempre ha defendido la necesidad de aumentar las perforaciones, en contra de la opinión de las organizaciones a favor del medio ambiente.

"DEBATES CANSINOS" Pero para Obama ha llegado el momento de poner fin a "debates cansinos" entre la izquierda y la derecha en EEUU, entre los líderes de la industria petrolera y los grupos medioambientales.

Estas perforaciones se suman a otras iniciativas para reducir las emisiones como el plan anunciado el año pasado para obligar a la industria a producir coches menos contaminantes y lograr que todos los turismos sean eficientes a partir del 2012.

La zona propuesta para las nuevas exploraciones está ubicada a unos 80 kilómetros de las costas de Virginia, en aguas del Atlántico y, según las previsiones, podría contener reservas equivalentes a unos 130 millones de barriles de petróleo y más de 32.200 millones de metros cúbicos de gas natural.