El demócrata Barack Obama está dirigiendo su mirada a la clase media de EEUU, que ha sido tan castigada en las últimas décadas, la clase media que sufre la crisis económica en sus casas y sus empleos y, paradójicamente, esa clase media que tanto se le resistió al senador por Illinois en su duelo con Hillary Clinton. Pero en unos meses eso ha cambiado. Por eso, ayer presentó lo que llamó un "plan urgente de rescate de la clase media", para aplicar de inmediato y no esperar ni a que sea presidente.

"Hoy propongo una serie de pasos que deberían aplicarse inmediatamente para estabilizar nuestro sistema financiero, ayudar a las familias y a los propietarios de casas. Es un plan que empieza con la palabra que está en mente de todo el mundo: empleo", dijo Obama en Toledo (Ohio). De forma premeditada, su discurso fue en un estado como Ohio, doblemente importante: es uno de los lugares de EEUU donde más se notan los efectos de la crisis en la economía real y será uno de los estados que decidan estas elecciones.

El plan de Obama resume algunas de sus propuestas en la campaña (como reducciones fiscales al 95% de los estadounidenses) y aporta ideas nuevas. Así, propone una reducción fiscal de dos años para las empresas que creen puestos de trabajo; retirar la penalización para quienes recuperen hasta 10.000 dólares de sus fondos de pensiones; establecer una moratoria de 90 días para los propietarios de casas que están en riesgo de desahucio por impago; y facilitar el préstamo a instituciones locales y estatales.

El candidato demócrata afirmó que el plan de rescate bancario de la Administración Bush y otras leyes permitirían al Departamento del Tesoro aplicar de inmediato algunas de sus propuestas, mientras que las otras podrían aprobarse "de urgencia" en un Congreso dominado por demócratas. Es improbable que ocurra una cosa y la otra, ya que difícilmente los republicanos en Washington permitirán que Obama se apunte un tanto.

EN CONTRA Mientras, John McCain, el candidato republicano, debe enfrentarse a un demócrata carismático y a una crisis financiera de la que se culpa a la Administración actual. Los sondeos diferían ayer sobre la ventaja de Obama (algunos incluso apuntaban que McCain levantaba cabeza) pero había un patrón invariable: los sondeos que peor índices de popularidad dan a George Bush son los que dan una mayor ventaja a Obama.

McCain iba a presentar ayer un plan económico propio, pero al final no detalló propuestas nuevas. Continuó, eso sí, con su discurso populista en contra de la "avaricia" de Wall Street, mientras algunas voces se muestran preocupadas porque el republicano se aleja de sus bases al apoyar medidas intervencionistas, como el rescate bancario.